Relevo en Downing Street

Liz Truss sucede a Boris Johnson al frente del Gobierno británico

PERFIL | Liz Truss, la mutante

La nueva primera ministra del Reino Unido, la tercera mujer que ocupa ese cargo, se impuso a su rival el exministro de Finanzas, Rishi Sunak

Liz Truss

Liz Truss / HANNAH MCKAY / REUTERS

Begoña Arce

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Liz Truss es desde el lunes la nueva primera ministra del Reino Unido, aunque no la elegida por los británicos para gobernar el país. Sólo el 12% de los votantes cree que será una buena jefa de gobierno, mientras el 52% considera que será "mala" o "terrible", incluso peor que su predecesor, Boris Johnson, según el sondeo publicado el pasado fin de semana por YouGov. Tal y como se pronosticaba desde el inicio de las primarias hace casi dos meses, Truss se impuso con 81.326 votos (57,4%) al exministro de finanzas Rishi Sunak 60.399 votos (42,6%).

La victoria, por un margen menor del que se esperaba (Johnson obtuvo en su día el 82,6%, David Cameron 67,6%), muestra la división dentro del partido y cuestiona si Truss tiene el mandato para realizar las reformas económicas radicales que pretende hacer, priorizando el crecimiento y el consumo, a la redistribución y la mejora del nivel de vida de las zonas deprimidas. La sucesora de Johnson ha sido aupada al cargo por un minúsculo porcentaje de afiliados del Partido Conservador. En total participaron 172.437 miembros. El 99% de los ciudadanos no ha tenido voz ni voto en su designación y es muy difícil creer que de haber ido a urnas en unas elecciones generales Truss hubiera triunfado.

"He hecho campaña como conservadora y voy a gobernar como conservadora", declaró en su discurso tras la victoria. Rindió un encendido homenaje a Johnson. "Boris, lograste el Brexit, aplastaste a Jeremy Corbyn (exlíder laborista), llevaste a cabo la vacunación y plantaste cara a Vladímir Putin. Eres admirado de Kiev a Carlisle (Inglaterra)". Habló de sus intenciones. "Voy a llevar a cabo un plan radical para reducir los impuestos y potenciar el crecimiento de nuestra economía. Voy a cumplir con la crisis energética, con las facturas de la gente, pero también con los problemas en el suministro de energía. Y voy a cumplir con el servicio público de salud (NHS)". "Vamos a cumplir, cumplir y cumplir. Vamos a lograr una gran victoria para el Partido Conservador en 2024", fueron sus palabras finales.

Graham Brady presidente del Comité1922 (integrado por diputados conservadores sin cargo en el gobierno), fue el encargado de anunciar el resultado. Este martes, Truss volará a Balmoral en Escocia en un avión de las Fuerzas Aéreas (RFA), para recibir el encargo de la reina de formar gobierno. Antes Johnson habrá hecho el mismo trayecto en otro aparato para despedirse de la soberana. Isabel II acoge al primer ministro número 15 de su reinado, en un ceremonial que siempre hasta ahora había tenido lugar en el palacio de Buckingham. La tradición se rompe por primera vez debido a problemas de movilidad de la anciana monarca. Ya de vuelta a Londres, Truss se estrenará en el cargo con un discurso a la nación a la puerta de Downing Street, su nueva residencia, si el tiempo tormentoso y la lluvia previsible no la obligan a hacerlo desde un despacho.

La factura energética

La tercera mujer que ocupa la jefatura del Gobierno británico no disfrutará del periodo de gracia del que suelen gozar los mandatarios recién nombrados. Su principal prioridad será aprobar inmediatamente un paquete de ayuda para afrontar el aumento de las facturas energéticas, en el que se espera que incluya la congelación de las tarifas del gas y la electricidad, que a partir de primeros de octubre subirán un 80%. Truss se propone bajar los impuestos, algo que beneficiará desproporcionadamente, como reconoció, a los más ricos, pero que ella considera eso "justo", porque así se incentiva el crecimiento económico. En el éxito o fracaso de ese paquete energético se juega el cargo. Si funciona podrá llegar a la próxima elección dentro de dos años. En caso contrario podría estar fuera en cuestión de meses.

Las circunstancias en las que la recién designada se pone al frente del ejecutivo son muy difíciles. El Reino Unido sufre calamidades similares a otros países, con el coste de la vida, las consecuencias de la guerra de Ucrania y la crisis energética, pero agravadas por el Brexit, con millones de familias incapaces muy pronto de pagar las facturas, mientras los problemas se multiplican en los servicios públicos, al igual que los anuncios de huelga en decenas de sectores. La propuesta de reducir los derechos de los trabajadores en la que estaba trabajando el hasta ahora ministro de Transportes Grant Shapps, puede conducir a un choque frontal con los sindicatos.

Inestabilidad política

Truss es el cuarto primer ministro del Reino Unido en ocho años y su designación no acabará con este largo periodo de inestabilidad política de una nación que después de 12 años de gobiernos conservadores ha perdido el rumbo. Las divisiones internas de los 'tories' se han exacerbado a lo largo de la campaña de las primeras y las maquinaciones no terminarán aquí. Truss no tiene el respaldo de su grupo parlamentario. Hay quienes ya alientan públicamente el retorno de Johnson. Otros especulan con elecciones anticipadas, de las que hablaba el ultraconservador 'Daily Express' hace unos días, e incluso adelantaba la fecha el 5 de octubre del próximo año para la celebración. Los laboristas van a la cabeza en los sondeos y Truss está dispuesta a aprovechar la mayoría actual en la Cámara de los Comunes. Allí tendrá lugar su estreno el miércoles en la sesión de control frente al jefe de la oposición, Keir Starmer, en la apertura del nuevo curso político. Antes Truss habrá presidido el primer consejo de ministros con su equipo.