El último líder de la URSS

Moscú se despide de Gorbachov sin representación del Gobierno ruso

Cientos de rusos dan su último adiós este sábado al que fue el último líder de la Unión Soviética, en una ceremonia sin apenas representación extranjera y sin la presencia de Putin

Servicio conmemorativo de Mikhail Gorbachev, el último líder de la Unión Soviética.

Servicio conmemorativo de Mikhail Gorbachev, el último líder de la Unión Soviética. / Alexander NEMENOV / AFP

Àlex Bustos

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Una gran aglomeración de moscovitas acudieron este sábado a despedir al último dirigente de la Unión Soviética en su funeral público, Mijáil Gorbachov, que falleció el pasado martes a los 91 años de edad de una “larga y grave enfermedad". Las calles del centro de Moscú, donde se halla la Casa de los Sindicatos donde se veló a Mijáil Gorbachov. Alrededor de este edificio se cortaron las calles para facilitar el acceso a aquellos que quiener querían rendir sus honores al que fue el último presidente de la URSS. Aunque según palabras oficiales la ceremonia iba a tener "elementos de los funerales de Estado”, no ha sido un funeral estatal propiamente dicho. La cúpula del poder ruso no asistió al evento. El líder soviético fue una figura clave de la segunda mitad del siglo XX. (galería de fotos, aquí)

La gente hace fila para asistir a una ceremonia de despedida frente al edificio de la Sala de las Columnas, donde se lleva a cabo en Moscú una ceremonia de despedida del último líder de la Unión Soviética y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1990, Mikhail Gorbachev.

La gente hace fila para asistir a una ceremonia de despedida frente al edificio de la Sala de las Columnas, donde se lleva a cabo en Moscú una ceremonia de despedida del último líder de la Unión Soviética y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1990, Mikhail Gorbachev. / NATALIA KOLESNIKOVA / AFP

A lo largo de la mañana las personas que pasaron a rendir homenaje pudieron ver en el interior de la Casa de los Sindicatos un gran retrato del difunto ex dirigente junto a su féretro abierto. A un lado estaba sentada Irina, la hija de Gorbachov, junto con otros familiares. Dos guardias de uniforme custodiaban el féretro, mientras los visitantes dejaban flores y mostraban su respeto. El sitio elegido está cargado de simbolismo, pues en el mismo lugar fueron velados otros líderes soviéticos como Lenin o Stalin

La ausencia más notable fue la del presidente ruso, Vladímir Putin, que no estuvo presente ya que según el portavoz del Kremlin, “su trabajo no se lo permite”, pues tenía previsto volar a Kaliningrado para reunirse con el gobernador local y visitar una escuela naval. Al día siguiente de su fallecimiento sí tuvo un momento para rendirle memoria en el Hospital Central Clínico de Moscú en el que falleció. El oficialismo ruso tuvo representación de la mano del expresidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad Dmitri Medvedev

La opinión rusa siempre estuvo dividida respecto a él y a su mandato, y hoy no es una excepción. En las cercanías de la Casa de los Sindicatos también había nostálgicos comunistas, que portaban enseñas con hoces y martillos. Para ellos Mijáil Gorbachov es un traidor; comparten la idea de Guenadi Zyganov, el dirigente del Partido Comunista de Rusia, sobre que el mandato de Gorbachov no trajo más que “tristeza, desgracia y problemas para todos los pueblos de nuestro país”. Para sus detractores, Gorbachov destruyó el sistema comunista y causó la pobreza e inseguridad que golpearon al país en los años 90. 

El único líder extranjero queconfirmó su asistencia al evento fue el presidente húngaro Víktor Orbán, aunque no estaba previsto que se reúna con su homólogo ruso. Sin embargo, en Occidente han lamentado su deceso por el papel que tuvo en el final de la Guerra Fría y la distensión entre ambos bloques enfrentados durante la mitad del siglo XX. Esta fue la principal razón por la que el 1990 consiguió el Premio Nobel de la Paz. 

Por ejemplo el presidente estadounidense Joe Biden le definió como “un líder excepcional, con imaginación para ver que un futuro diferente era posible y el coraje de arriesgar su carrera para lograrlo”. En Alemania también goza de buena imagen, porque la reunificación de la Alemania del Este con la del Oeste fue posible por la caída del muro de Berlín, que se produjo con Gorbachov al mando de la URSS. Por este motivo el sábado las banderas de Berlín ondean a media asta. 

Una vez concluída la ceremonia, se llevará su cuerpo al cementerio de Novodievichy, al lado de su esposa Raísa, que falleció en 1999. En el mismo campo santo también están enterrados otros dirigentes como Borís Yeltsín – primer presidente de la historia de Rusia-, Nikita Jruschov -dirigente de la URSS entre los años 1954 y 1963, los escritores Nikolai Gogol y Anton Chéjov, entre otros. 

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