Viaje oficial

Macron visita Argelia para reimpulsar las relaciones bilaterales

El viaje se produce tras la crisis diplomática entre ambos países en otoño del año pasado

El Elíseo dice que no habrá "anuncios de grandes contratos o de grandes negociaciones" sobre el gas

El presidente francés, Emmanuel Macron, conversa con su homólogo argelino, Abdelmadjid Tebboune, este jueves a su llegada al país magrebí.

El presidente francés, Emmanuel Macron, conversa con su homólogo argelino, Abdelmadjid Tebboune, este jueves a su llegada al país magrebí. / LUDOVIC MARIN

Enric Bonet

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Un viaje para escenificar una amistad reconciliada. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha iniciado este jueves una visita oficial a Argelia con la que arranca su actividad internacional tras el parón veraniego. Esta se produce pocos meses después de la conmemoración del 60º aniversario de la independencia de este país magrebí y prácticamente un año después de que las relaciones entre París y Argel sufrieran una de sus peores crisis recientes. Luego estas tensiones se apaciguaron y la invasión rusa de Ucrania convirtió a Argelia en un codiciado proveedor de gas.

La visita de Macron dura tres días y estará formada por una delegación de más 90 personas, incluidos siete ministros. A su llegada a Argel, ha sido recibido por el presidente Abdelmadjid Tebboune. El viaje estará centrado en el "futuro, las empresas emergentes, la innovación y la juventud", según fuentes de la presidencia francesa. El dirigente centrista se reunirá con emprendedores y hará un desplazamiento a Orán, segunda ciudad del país, donde asistirá a un espectáculo de breakdance.

El actual contexto de crisis energética marca, asimismo, la visita. La directora general del grupo energético francés Engie, Catherine MacGregor, forma parte de la delegación francesa. Fuentes del Elíseo precisaron, sin embargo, que no habrá "anuncios de grandes contratos o de grandes negociaciones de este tipo", como los firmados por Italia poco tiempo después de que se enturbiaran las relaciones entre Argelia y España. "El presidente francés ciertamente pedirá a Argelia que haga un esfuerzo para tratar de aumentar su producción de gas", dijo el economista argelino, Abderrahmane Mebtoul, en declaraciones a la AFP.

Tensiones apaciguadas

Con la guerra en Ucrania y la voluntad de los países de la Unión Europea de dejar de exportar gas ruso, Argelia se consolidó como un actor clave, tanto a nivel energético como geopolítico. Francia quiere recuperar el terreno perdido, tras un primer mandato en que Macron fracasó en su intentona de cerrar la herida memorial por el colonialismo francés y la guerra de independencia.

Aunque la llegada del joven presidente al Elíseo en 2017 generó expectación entre los argelinos —durante la campaña electoral de ese año había considerado la colonización como un "crimen contra la humanidad"—, rápidamente se multiplicaron las frustraciones y desconfianzas entre ambas administraciones. Hasta el punto que París y Argel atravesaron una crisis diplomática en otoño de 2021.

Las relaciones entre ambos países se tensaron tras la revelación por el diario Le Monde de unas declaraciones de Macron en que cuestionaba la existencia de la nación argelina antes de la ocupación francesa, que duró más de 130 años. También acusaba al sistema "político-militar" argelino de aprovecharse de la "renta memorial" de la guerra de independencia. Su homólogo Tebboune respondió con la retirada del embajador de su país en París en octubre. Además, prohibió que aviones militares franceses sobrevolaran su espacio aéreo, lo que dificultó las operaciones en Mali.

"Necesidad política"

"lamentara" los malentendidoscomentarios de MacroninestabilidadMansour Kedidir,

Más allá de la herida, todavía no cicatrizada, de la guerra en Argelia, Francia quiere potenciar las relaciones económicas. En las altas esferas galas ven con suspicacia el peso creciente de China en un país considerado durante décadas como el patio trasero francés. De hecho, el gigante asiático (16% de las importaciones argelinas) superó a Francia (10%) como el principal socio económico de Argel. Todo un ejemplo del nuevo orden mundial.