Sanciones contra Rusia

Sin vacaciones en Europa: la prohibición de visados a los turistas rusos divide a la UE

Hasta seis países piden suspender la expedición de permisos de viaje para los ciudadanos rusos de a pie como represalia por la invasión de Ucrania, medida sobre la que España aún no se ha posicionado

Unos turistas rusos consultan su aplicación móvil, en septiembre pasado.

Unos turistas rusos consultan su aplicación móvil, en septiembre pasado. / periodico

Carles Planas Bou

Carles Planas Bou

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Para los turistas rusos, los viajes a la Unión Europea (UE) pueden tener los días contados. Y es que, auspiciado por los países bálticos, los Veintisiete debaten si prohibir los visados a los ciudadanos rusos como represalia por la guerra lanzada por el Kremlin sobre Ucrania. Esa posibilidad ha abierto una nueva división entre los Estados miembros, un debate en el que España aún no se ha posicionado.

En el último mes, la llegada de turistas a Europa se ha acelerado coincidiendo con las vacaciones y la retirada de las restricciones rusas a la movilidad por el covid. Ante esa realidad, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió a sus aliados occidentales castigar a Moscú con la cancelación de los visados. "Las sanciones más importantes son el cierre de fronteras", remarcó en una entrevista el pasado 8 de agosto a The Washington Post, una posición reiterada por otros miembros de su Gobierno como el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba.

Estonia fue el primer país en acceder a esa petición y dejar de expedir visados turísticos. "Ya es hora de acabar con el turismo desde Rusia", sentenció su primera ministra,

Kaja Kallas

. Finlandia ha confirmado este martes que a partir de septiembre reducirá un 10% la expedición de visados a ciudadanos rusos. Así, ambas se han unido a Letonia, que aplica esta restricción desde principios de agosto, y Lituania, que ya la adoptó a finales de febrero, limitando los visados a casos humanitarios.

Los bálticos, al frente

Inquietadas por una situación geográfica que históricamente las ha dejado expuestas al expansionismo militar ruso, Finlandia y las repúblicas bálticas han conformado así un bloque que insta a sus socios europeos a que sigan el mismo camino para endurecer las sanciones contra Rusia. "No es justo que mientras Rusia libra una guerra de agresión brutal en Europa los rusos puedan llevar una vida normal, viajar, ser turistas", ha remarcado la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reunirán el próximo 31 de agosto en Praga. Ahí, se espera que los Veintisiete adopten nuevas sanciones contra Rusia y que debatan una posible prohibición de los visados para turistas rusos. Polonia y República Checa también han frenado la expedición de ciertos visados para los rusos y Dinamarca se ha abierto a una acción coordinada junto a sus socios.

'Nein' de Alemania

Alemania, en cambio, se ha mostrado reacia a esa posibilidad. El canciller, Olaf Scholz, señaló que esta medida iría "contra toda la población, incluidos los inocentes", como los disidentes críticos con el Kremlin que buscan huir de Rusia, en lugar de apuntar únicamente al presidente ruso, Vladímir Putin, y su entorno.

La competencia de emitir (o denegar) visados turísticos recae en cada Estado miembro. Estos permiten a su receptor viajar durante un máximo de 90 días por el espacio Schengen, el área sin fronteras que comprende el territorio de 26 países europeos, no todos ellos miembros de la UE. La Comisión Europea se ha limitado a remarcar que está promoviendo "una respuesta coordinada" de los Veintisiete y que la decisión se tomará en Praga, como confirmó el jueves su portavoz de Interior, Anitta Hipper.

La presión báltica puede tener un efecto limitado, y es que los rusos que solicitan visados están principalmente interesados en viajar a destinos turísticos cálidos como España, Italia, Grecia o Francia, países que aún no se han posicionado públicamente sobre una posible restricción. Consultadas por este diario, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores no han querido pronunciarse sobre esa posibilidad.

Impacto turístico

Aunque el temor de una prohibición ha disparado la demanda de visados en Rusia, el número de rusos que viajan a Europa ha caído un 90% desde el inicio de la guerra, según ha explicado la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia a la agencia estatal Tass. España ha recibido en lo que va de año 32.726 viajeros procedentes de Rusia, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. De seguir esta progresión, las llegadas anuales de turistas rusos quedarían muy por debajo de las 145.250 y las 187.583 registradas en 2021 y 2020 respectivamente, y mucho más lejos de la época prepandémica: 1.420.554 en 2019 y 1.329.800 en 2018.

El pasado 25 de febrero, un día después de la agresión rusa sobre su vecino, la UE respondió suspendiendo parcialmente su acuerdo con Rusia para facilitar la tramitación de visados para sus ciudadanos. La medida golpeó a las más de 1.000 personas, de políticos a empresarios, señaladas en la lista negra de las sanciones europeas por su estrecha vinculación con el Kremlin. Bruselas también cerró entonces su espacio aéreo a todas las aerolíneas rusas. La opción planteada ahora iría un paso más allá para perjudicar a los rusos de a pie, algo que irrita a Moscú.

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