Guerra en Ucrania

Rusia acusa al espionaje ucraniano del atentado contra la hija de Aleksándr Duguin

Según el FSB, el crimen lo cometió una mujer integrante del batallón de Azov

Rusia utiliza la imagen de Dugina para pedir la declaración oficial de guerra a Ucrania

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Àlex Bustos

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Apenas 48 horas ha necesitado el FSB, los servicios secretos rusos, para señalar al que considera como principal sospechoso del ataque con explosivos del pasado sábado que mató a Daria Duguina. Y ha apuntado con el dedo acusador a su vecino al oeste, Ucrania, parte de cuyo territorio ha ocupado desde el pasado mes de febrero. Concretamente, estas fuentes han afirmado que se trata de Natalia Vovk, una ucraniana que supuestamente formaría parte del batallón de Azov y que habría huido a Estonia. También remarcan que "el crimen fue planeado y cometido por los servicios especiales ucranianos".

Además de revelar su nombre, también han hecho públicos más detalles, como una imagen de su identificación como miembro del batallón de Azov y detalles personales, como que se llevó a su hija de 12 años para la preparación del atentado. Su objetivo fue supuestamente desde el principio Daria Duguina. Habría alquilado un piso donde había vivido anteriormente la fallecida y consigo llevaba un mini Cooper al que le cambió tres veces la matrícula, usando una kazaja, una ucraniana y una de la autoproclamada República Popular de Donetsk, información ofrecida también por los servicios secretos rusos.

Ucrania niega las acusaciones

El mismo día de la explosión, ya desde este mismo territorio sin reconocimiento internacional –es considerado parte de Ucrania– señalaron a Kiev como culpable. Mijailo Podolyak, uno de los asesores del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, contestó el mismo sábado que Ucrania no tenía nada que ver "con esto", porque su país "no es un Estado criminal como la Federación Rusa ni un Estado terrorista". Sobre las declaraciones de este lunes, él mismo ha manifestado que "la propaganda rusa vive en un mundo de ficción". Ha argumentado que Moscú "ha responsabilizado a una mujer y a su hija de 12 años por la muerte de la propagandista Duguina", pero que sorprendentemente, la parte rusa no vio "el visado estonio". Concluye que desde su punto de vista, "las víboras de los servicios secretos rusos tienen luchas internas". EEUU, por su parte, a través del portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha condenado el asesinato, por tratarse de la muerte de un civil. "Condenamos los ataques a civiles, ya sea en Kiev, en Bucha, en Moscú.... Este principio se aplica a todo el mundo", ha dicho.

Una organización prácticamente desconocida se atribuyó el asesinato de Duguina, el llamado Ejército Republicano Nacional. Este tendría por objetivo acabar con el mandato del presidente ruso, Vladímir Putin, y "destruirlo", y llamó a todos los ciudadanos rusos que aspiren a lo mismo a unirse a ellos.

Reacciones en la élite rusa

El mismo Putin tuvo unas palabras para recordar a Duguina, a la que que tildó de "persona talentosa con un corazón verdaderamente ruso", que sirvió "honestamente a su patria y mostró lo que significa ser una auténtica patriota rusa". Sobre el asesinato afirmó que fue un "crimen horrible y cruel".

También tuvo unas palabras el propio padre de la fallecida en el atentado, Aleksándr Duguin: "Nuestros corazones anhelan algo más que venganza. Eso es demasiado siempre, no es el estilo ruso. Nosotros solo necesitamos nuestra victoria".

Una de las cabezas más visibles de la propaganda rusa, Margarita Simonián, la directora de RT, escribió en redes sociales que "Rusia debería enviar gente a admirar los pináculos de Tallin" si Estonia no extradita a la sospechosa del asesinato de Duguina. Los dos principales sospechosos del envenenamiento con el agente nervioso Novichok a Serguéi Skripal en Salisbury afirmaron en una entrevista que fueron a Salisbury solo por "los pináculos" de las iglesias locales. Esas declaraciones las hicieron en la misma sede de RT de Moscú.