Nuevo presidente de Kenia

William Ruto, de "hijo de un don nadie" a presidente millonario

Con fama de brillante orador capaz de hipnotizar a las masas, Ruto ha demostrado un voraz apetito para los negocios que le ha convertido en multimillonario, pese a que el origen de su riqueza es objeto de constante especulación en Kenia

William Ruto, nuevo presidente de Kenia.

William Ruto, nuevo presidente de Kenia. / Reuters

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La elección de William Ruto como nuevo presidente de Kenia no ha quedado exenta de polémica a pesar de que tras varias citas convulsas estas elecciones presidenciales fueron las primeras en Kenia en desarrollarse sin incidentes graves. Pocas horas después de anunciarse su victoria, los partidarios de su oponente, Raila Odinga, tomaron el centro del Comité Electoral con alegaciones de fraude electoral.

Más allá de los disturbios, la figura de Ruto ha llamado la atención de los keniatas más desfavorecidos y de puertas para fuera del país africano por su insólita trayectoria. "Puede que sea el hijo de un don nadie, pero queremos hacer de Kenia un país de todos", afirmó Ruto, declarado este lunes ganador de las elecciones generales del pasado 9 de agosto, hace semanas en una ronda de entrevistas con corresponsales extranjeros en Nairobi. Un eslogan tan populista como efectivo que sirvió al ya electo presidente para atraer a los más desfavorecidos (la mayoría de sus compatriotas) a apoyar su candidatura a la jefatura del Estado al frente de la coalición Kenya Kwanza (Kenia Primero, en suajili).

Nacido el 21 de diciembre de 1966 en la aldea de Sambut (oeste), en el valle del Rift, William Samoei Arap Ruto creció en el seno de una familia muy humilde. "Mi padre me compró mi primer par de zapatos en 1981 de un tal señor Onyango en la calle", reveló en 2019 Ruto, quien de niño solía vender pollos a camioneros en carreteras para ayudar a su familia.

Carrera política

Tras graduarse en 1990 en Botánica y Zoología por la Universidad de Nairobi, trabajó como maestro y en 1992 entró en política como tesorero del ala juvenil de la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU), el partido del entonces presidente keniano, Daniel Arap Moi. Cinco años más tarde logró un escaño en el Parlamento por la circunscripción de Eldoret North (oeste), catapulta de una trayectoria meteórica que, después de ocupar puestos ministeriales, desembocó en la vicepresidencia en las elecciones de 2013.

De entonces data su reputación como orador elocuente que atraía a miles de personas a los mítines y destacaba en las entrevistas con la prensa. La muletilla "amigo mío" que utiliza aún para comenzar sus frases le sirve para conectar con los votantes y para desarmar a la oposición. Tras varios bandazos entre las dos grandes familias políticas kenianas, la Odinga y la Kenyatta, logró hacerse con puestos ministeriales y en 2013 abandonó a Raila Odinga y selló una extraña alianza con Kenyatta que le convirtió en su 'número dos', en su vicepresidente.

En el terreno económico, Ruto ha demostrado un voraz apetito para los negocios que le ha convertido en multimillonario, pese a que el origen de su riqueza es objeto de constante especulación en Kenia.

Acusaciones de corrupción

El líder de la "nación de los buscavidas", como él mismo ha definido a su país alguna vez dadas las altas tasas de paro juvenil, posee más de 3.000 hectáreas de tierra en tres condados, cinco helicópteros, dos hangares, dos hoteles, tres residencias privadas, una compañía de gas y una granja avícola, entre otros activos.

Cuestionado en el debate presidencial del 26 de julio -al que asistió en solitario por el boicot de Odinga- sobre lo que considera suficiente en la adquisición de terrenos y propiedades, Ruto respondió con una sonrisa y un "ya es suficiente".

El flamante presidente electo también se ha visto implicado en sonoros escándalos de corrupción, uno de los peores males que sacuden a Kenia desde que se independizó del Reino Unido en 1963.

Algunos de sus detractores han asegurado que desvió el dinero del lobby Youth for Kanu para una campaña de empleo juvenil YK'92 y lo utilizó para hacer negocios. Aunque hero hace tiempo que ha desestimado tales afirmaciones, y en una ocasión declaró a los medios de comunicación locales: "Puedo dar cuenta de todas las monedas que tengo, las acusaciones no han cesado.

En 2010, por ejemplo, fue suspendido como ministro de Educación Superior tras ser acusado por la Comisión Anticorrupción de Kenia de recibir 96 millones de chelines (790.000 euros al cambio actual) procedentes de la venta ilegal de terrenos forestales del Estado, si bien acabó siendo exculpado por falta de pruebas.

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