Nueva ley de extranjería

Portugal inicia una búsqueda urgente de mano de obra

La falta de trabajadores en sectores como la sanidad, la hostelería o la construcción ha puesto en alerta a los empresarios

El Parlamento ha aprobado recientemente una nueva ley que facilita la llegada de extranjeros al país, especialmente de países lusófonos

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Lucas Font

Lucas Font

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Portugal ha iniciado un proceso de búsqueda urgente de trabajadores extranjeros para resolver la falta de mano de obra en algunos sectores clave para su economía. Sectores como la sanidad o los transportes han sido protagonistas en las últimas semanas debido a las huelgas y protestas de los trabajadores, que reclaman la contratación de más personal y mejoras de las condiciones de trabajo, marcadas en la mayoría de los casos por bajos salarios y largas jornadas laborales. Para tratar de dar respuesta a la falta de trabajadores, el Parlamento ha dado luz verde a la nueva Ley de Extranjería, que facilitará los trámites para pedir visados a los ciudadanos extracomunitarios, especialmente de los países lusófonos.

La nueva norma incluye la creación de un nuevo visado de 120 días para las personas que ingresen al país en busca de trabajo, prorrogable por 60 días más, además de eliminar los trámites burocráticos con el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) a los miembros de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) -de la que forman parte países como Brasil, Angola o Mozambique- así como a los estudiantes universitarios que necesiten un permiso de residencia. La ley fue aprobada con los votos a favor del Partido Socialista y de los partidos de izquierdas, con la abstención de la derecha y con las protestas del partido Chega, de extrema derecha, que abandonó el hemiciclo antes de la votación. 

Falta de trabajadores

La aprobación de la norma ha sido recibida con recelo por parte de los sindicatos, que consideran que no ayudará a resolver el problema de precariedad estructural en el mercado laboral portugués. “Las organizaciones patronales han alimentado una supuesta falta de trabajadores con el objetivo de hacer llegar mano de obra barata y fácil de explotar. Si miramos a los sectores que más se quejan de falta de personal, como el turismo, la agricultura o la construcción, podemos ver que son los que pagan peor y los que tienen niveles más escandalosos de precariedad”, explica Ana Pires, miembro de la comisión ejecutiva de la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), la mayor organización sindical del país.

Los sindicatos se muestran favorables a la llegada de trabajadores extranjeros, pero rechazan que lo hagan para contribuir a aumentar la precariedad. Según Pires, las malas condiciones en los sectores más necesitados empujan a los trabajadores a otras actividades mejor remuneradas o a otros países donde el salario mínimo es superior al de Portugal, de 705 euros mensuales. “La justificación no está en que no hay trabajadores, porque ellos existen. Pero si un trabajador de la construcción recibe tres o cuatro veces más en el extranjero, es comprensible que decida abandonar el país”, destaca la sindicalista. La salida de mano de obra a otros países es uno de los motivos que ha contribuido, según los sindicatos, a situar la tasa de desempleo en un 5,7% en el segundo trimestre de este año, dos décimas menos que en el trimestre anterior. 

Menos impuestos

La CGTP reclama una subida mínima de 90 euros mensuales para todos los trabajadores, que ayude a reducir la pérdida de poder adquisitivo asociada a la alta inflación, que ha alcanzado el 9,1% en julio. Unos aumentos que, según el presidente de la Asociación de Empresarios Portugueses (AEP), Luis Miguel Ribeiro, deben pasar por la bajada de impuestos y no por las mejoras de las remuneraciones brutas. “Las empresas ya están lidiando con la escalada de los precios y el aumento de los costes de producción. La solución a la pérdida del poder de compra de los trabajadores pasa por una reducción de la fiscalidad que contribuya a aumentar las retribuciones netas”, explica el empresario por correo electrónico. 

Los empresarios destacan la necesidad de equilibrar el saldo migratorio, con el regreso de trabajadores emigrados a través de programas de apoyo y con la llegada de extranjeros a mediante leyes como la aprobada en el Parlamento. Leyes que, explican, contribuyan a mejorar la integración y la formación de inmigrantes y refugiados y que ayuden a solventar las necesidades en sectores como el turismo, que según los últimos cálculos del Gobierno precisa de cerca de 50.000 trabajadores

Otro de los factores que contribuyen a la falta de mano de obra, según Ribeiro, es la escasez de personal con cualificaciones intermedias, necesarios en la industria transformadora. “El nivel de cualificaciones no siempre se adecua a las necesidades reales de las empresas. Necesitamos un esfuerzo urgente de recualificación, en el sentido de mejorar las competencias requeridas por las empresas, no solo desde el punto de vista de la educación formal, sino a lo largo de toda la vida profesional.”