Crisis energética

Polonia se opone a racionar su consumo de gas y dice tener las "reservas llenas"

El Gobierno afirma que quiere "garantizar la seguridad energética polaca y los intereses polacos"

Sánchez se muestra satisfecho con el acuerdo político alcanzado en la UE

La ministra de Medio Ambiente polaca, Anna Moskwa

La ministra de Medio Ambiente polaca, Anna Moskwa / EFE/EPA/Mateusz Marek

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La ministra polaca de Medio Ambiente, Anna Moskwa, ha reiterado este miércoles la postura de su Gobierno de no reducir el consumo de gas, a pesar del acuerdo europeo al respecto, ya que, "los suministros son estables y las reservas están llenas".

En una entrevista concedida a la prensa polaca, Moskwa ha subrayado que no ve "la necesidad de regular el uso de gas", pues Polonia "está en una mejor posición que otros países". "Nuestros almacenes de gas están llenos, PGNiG (la compañía estatal polaca de distribución de gas) está trabajando en inversiones urgentes para aumentar su capacidad, los suministros de gas se mantienen estables y ni siquiera se está utilizando toda la capacidad de distribución" a consumidores, ha declarado Anna Moskwa. Por ello, concluyo, "no se impondrán limitaciones al consumo en Polonia".

La ministra se ha referido la reducción en el suministro de gas ruso a Alemania a través del gasoducto Nord Stream que comenzó este miércoles y aseguró que esa medida "no afecta significativamente" a Polonia. Además, ha recordado que "cuando las temperaturas bajen, en octubre, se pondrá en marcha el Baltic Pipe, cuya capacidad irá aumentando paulatinamente. También estamos a la espera de la finalización de las pruebas de conexión con Eslovaquia".

El martes, durante la reunión de los Veintisiete para lograr llegar a un acuerdo en la reducción del consumo de gas, la ministra ya expresó su desacuerdo y dijo que la industria de un país no debería verse obligada a usar menos gas para ayudar a otros estados que sufren escasez.

El gasoducto Baltic Pipe, que transportará gas noruego a Polonia, alcanzará en pocos meses su capacidad máxima de unos 10.000 millones de metros cúbicos anuales, aproximadamente la cantidad de gas que Polonia importaba de Rusia.

Por otro lado, la conexión por medio de otro gasoducto de Polonia con Eslovaquia, a punto de completarse, transportará gas a alta presión entre ambos países a través de un tendido de 167 kilómetros, 61 de los cuales discurren por territorio polaco, y tendrá capacidad para traer 5,7 millones de metros cúbicos de gas anuales a Polonia.

El portavoz del Gobierno polaco, Piotr Müller, dijo el martes que su país "no está obligado a reducir automáticamente la cantidad de gas consumido" y agregó que, para el Gobierno polaco, lo más importante es "garantizar la seguridad energética polaca y los intereses polacos". Por su parte, PGNiG ha publicado un comunicado diciendo que, "por el momento", desconoce "las medidas que se tomarán a nivel nacional para implementar el acuerdo de gas de la UE".

A Polonia precisamente ha llegado este martes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para participar con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en la XIV cumbre bilateral, marcada por la guerra en Ucrania y en la que los dos países van a reforzar su colaboración en materia de defensa. Sánchez, ha sugerido este miércoles que España cuenta en la actualidad con la oportunidad de convertirse en un 'hub' de gas natural licuado y ser alternativa al gas ruso para varios países de la Unión Europea.

En rueda de prensa, Sánchez ha puesto de relieve que España cuenta con la infraestructura de regasificación "más importante de Europa" y que esta está disponible para los socios europeos con el objetivo de que el continente "no sea rehén energético de Putin". "No solo necesitamos incrementar nuestra capacidad de exportación de gas, sino que también tenemos que hacer frente al desafío del ahorro energético que nos va a implicar esta potencial amenaza a toda Europa del corte de suministro de gas por parte de Putin", ha apostillado Sánchez.

A diferencia del Gobierno polaco, Sánchez ha asegurado estar "satisfecho" con el acuerdo político del pasado martes entre los ministros de Energía para reducir el consumo de gas en Europa, un hecho que ha calificado como "una buena prueba de nuevo de la unidad y la solidaridad que tienen que regir en todas las decisiones de política" en Europa.