La UE, pendiente del gas ruso en tiempos de guerra

Alemania da por sentado que Gazprom reanudará su suministro de gas a través del Nord Stream 1

Los trabajos de mantenimiento en el gasoducto acaban oficialmente la madrugada de este jueves

Gaseoducto Nord Stream, en la estación de compresión de gas de Mallnow (Alemania)

Gaseoducto Nord Stream, en la estación de compresión de gas de Mallnow (Alemania) / EFE/EPA/FILIP SINGER

Andreu Jerez

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Comienza la cuenta atrás para el fin de los trabajos de mantenimiento con los que el consorcio gasístico Gazprom argumentó el cierre del suministro de gas a través del Nord Stream 1 el pasado 11 de julio. Oficialmente, el plazo para el fin de los trabajos finaliza la madrugada de este jueves, pero sigue en el aire si el gasoducto volverá a funcionar y, sobre todo, con cuánto gas proveerá a Alemania, cuya economía e industria siguen siendo muy dependientes de las importaciones gasísticas rusas. Antes del inicio de los trabajos de mantenimiento, el gasoducto estaba suministrando al 40% del total de su capacidad, según datos del Gobierno alemán.

“Damos por hecho que el gas volverá a fluir por completo y que Rusia cumplirá con sus obligaciones contractuales”, ha dicho este miércoles en rueda de prensa Christiane Hoffmann, viceportavoz del Gobierno federal. Durante la misma comparecencia, otra portavoz del Ministerio federal de Economía – cartera encargada de asegurar el suministro energético al país – ha puntualizado que no existe motivo técnico alguno para que Nord Stream 1 no vuelva a funcionar como antes, lo que de alguna manera apuntaba a una voluntad política del Kremlin de hacer daño a la economía alemana con el cierre del grifo del gas.

Turbina de la discordia

El martes, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que su país quiere cumplir con los contratos firmados con Alemania y otros países europeos, pero también advirtió de que mientras una turbina procedente de Canadá – donde fue reparada – siga sin llegar a Rusia, Gazprom seguirá sin poder aumentar el flujo de gas. El Gobierno alemán ha rehusado hoy responder si sabe cuál es el paradero actual de esa pieza.

Berlín considera que el argumento de la turbina es un simple “pretexto” de Moscú y rechaza la petición expresa de Putin de poner en marcha del gasoducto Nord Stream 2, frenada por el Gobierno de Scholz tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Algunos miembros del Gobierno tripartito alemán califican directamente de “intento de chantaje” la actuación de Gazprom. Rusia responde que los problemas de entrega de la turbina tienen que ver con las sanciones aplicadas por Occidente contra su economía.

 Dependencia menguante

Alemania hace actualmente malabares para garantizar el suministro de gas a hogares e industria el próximo invierno: por una parte, exige a Moscú que cumpla los acuerdos firmados, y por otra, reduce a marchas forzadas la dependencia energética de las importaciones fósiles rusas. A finales de junio, el consumo de gas ruso ya solo suponía el 26% del total en Alemania, según ha informado este miércoles el Ministerio federal de Economía.

 Pese a esa dependencia menguante, el Gobierno alemán reconoce que el país sigue sumido en una “aguda crisis energética”. Para evitar un posible colapso industrial el próximo invierno, Alemania está construyendo una infraestructura de centrales marítimas para poder integrar el gas licuado procedente de Estados Unidos en su sistema energético. La reactivación de centrales de carbón -fuente descartada antes de la actual crisis para reducir las emisiones de CO2- es otra de las medidas.