Crisis migratoria

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos afirma que aún hay 64 desaparecidos del salto de la valla de Melilla

Denuncia que la policía española devolvió a un centenar de personas en caliente y que muchos de los migrantes no recibieron asistencia tras el salto a la valla

Presentación del informe de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) sobre la tragedia de Melilla

Presentación del informe de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) sobre la tragedia de Melilla / EFE / Mohamed Siali

Marc Ferrà

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La no gubernamental Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH) ha asegurado que murieron 27 personas el 24 de junio en el salto a Melilla, cuatro más que la cifra difundida por Marruecos. “Las autoridades no han contado las personas heridas que perdieron la vida en otros puntos del país, cuando fueron trasladados desde la frontera”, ha indicado uno de los responsables en una rueda de prensa este miércoles. Según su investigación, hay 64 personas que continúan desaparecidas y la policía española devolvió en caliente a un centenar de personas. También han criticado que muchos de los que saltaron no recibieron auxilio ni asistencia.

“Consideramos que la responsabilidad española es compartida: ¿Cómo podemos aceptar que la policía española retorne a Marruecos a un centenar de demandantes de asilo cuando ven que a pocos metros la policía marroquí los golpea?”, se ha preguntado Omar Naji, miembro de la sección de Nador de la AMDH. Ha explicado que todavía no han podido confirmar si algunos de ellos murieron tras ser devueltos en caliente. También apuntan que España utilizó gases lacrimógenos y pelotas de goma contra los migrantes, y que esto provocó más víctimas.

En el informe que resume su investigación, explican que el 24 de junio, unas 1.500 personas migrantes se desplazaron de las montañas hasta la frontera sin encontrar ninguna resistencia. Un trayecto de unos seis kilómetros por el que pasaron por delante de un cuartel de las Fuerzas Auxiliares (una sección de la policía). “Es como si las autoridades hubieran preferido esperarlos una vez que llegaron a la frontera de Melilla, donde se movilizaron todas las fuerzas”, explican. Además, señalan que los días anteriores la policía marroquí “hizo todo lo posible” para dispersar a estas personas de los bosques en los que se refugiaban.

Explican que esta estrategia, de “atacar violentamente a los solicitantes de asilo una vez llegaron a la valla, cuando no iban armados con piedras ni palos, es sin duda la causa principal del elevadísimo número de muertos, heridos, detenidos”, lamentan. Otra hipótesis que han puesto sobre la mesa es que dejaron que los migrantes llegaran a la frontera “por el deseo de mostrar al socio español de cerca de lo que es capaz la parte marroquí y hasta dónde puede llegar para detener los flujos migratorios”, relatan en el informe.

La intervención en la frontera

Sobre las nueve de la mañana, los primeros migrantes, la mayoría sudaneses, llegaron a la frontera e intentaron abrir la puerta y saltar la valla sin que se produjera ningún momento de tensión, defienden. A los pocos minutos, la policía marroquí intervino y “atacaron” a los migrantes con piedras y bombas de humo, explican. “Fue en ese momento cuando hubo las primeras víctimas (...), tal vez por asfixia o por el lanzamiento de piedras, fue mucho antes de que las autoridades intervinieran en el cuerpo a cuerpo”, cuentan.

La AMDH ha explicado, con todo detalle, lo que han podido documentar que se vivió en la frontera, relatan que la policía los rodeó y dejó a los migrantes sin escapatoria. Tras esa primera fase, se vivieron los momentos “más impactantes” y los comportamientos “más crueles, inhumanos y degradantes”. Describen que hubo una “violencia generalizada con porras, patadas y lanzamiento de piedras contra las diferentes partes del cuerpo de las personas que estaban en el suelo, sin aliento, heridos, desmayados y agotados”.

Explican que en los 200 metros cuadrados que hay en el acceso a este paso fronterizo, la policía marroquí fue amontonando a decenas de personas, algunas muertas, muchas heridas, que seguían recibiendo golpes, según apuntan. Kussay Ismail Abdelkader, Mohannad Maamoun Aissa, Abderrahim Abdellatif Ali (Hanine) y Abdelaaziz Yaakoub (Anwar), son los nombres de las primeras víctimas que ha podido identificar esta organización.

La versión oficial de Marruecos es que murieron 23 personas por asfixia o tras caer desde lo alto de la valla, también calificaron a las personas migrantes de “muy violentas”. Según el Consejo Nacional de los Derechos Humanos, un organismo estatal, se les está realizando la autopsia en la morgue de Nador, pero por ahora no han aportado más detalles.

Respuesta de las autoridades

Las primeras ambulancias que se movilizaron en la frontera, se llevaron los cadáveres de las personas que murieron, en vez de evacuar a los heridos graves, denuncian. Después, poco a poco, fueron trasladando al hospital a las personas heridas. El último viaje de una ambulancia fue a las nueve de la noche: “Durante este largo periodo, de casi nueve horas, no se prestó asistencia a los heridos ni por parte de los marroquís ni por parte de los españoles”, lamentan.

Además, desde las cuatro de la tarde, las autoridades marroquís empezaron a mandar forzosamente en autobús a muchos de los migrantes, algunos heridos, a regiones del interior del país, a más de 800 kilómetros. Esta organización ha podido documentar la muerte de al menos un migrante en estos autobuses de devolución. Apuntan que es un joven sudanés llamado Abdenacer Mohamed Ahmed, que murió por la noche tras ser subido herido en uno de estos autobuses.