Protestas

El descontento social en Panamá hace peligrar la estabilidad del país

El desabastecimiento de productos frescos y del combustible se ha empezado a notar en el país

Manifestantes bloquean la carretera Panamericana en Aguadulce, Panamá, el 14 de julio de 2022.

Manifestantes bloquean la carretera Panamericana en Aguadulce, Panamá, el 14 de julio de 2022. / ROGELIO FIGUEROA / AFP

Mari Latorre

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El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, ha fracasado en sus intentos de apaciguar las protestas que desde hace días protagonizan los panameños, que se manifiestan contra el alza del precio de los combustibles, de los alimentos y los medicamentos, además de la corrupción. "No me molesta estar aquí porque es una manera de apoyar ¿Cómo me voy a enojar si quienes están cerrando la vía lo están haciendo por una causa tanto de ellos como mía y de todos los panameños?", ha dicho a France Presse Katia Pinzón, una secretaria de 54 años, que llevaba parada un par de horas en la carretera.

La situación en el país es crítica, desde hace más de una semana centenares de miles estudiantes permanecen sin clases y los bloqueos en la vía Interamericana, que atraviesa el país y lo comunica con Centroamérica, han provocado desabastecimiento de ciertos alimentos en la capital y otros centros urbanos así como de combustible en el interior.

"¿Por qué cerramos las calles? Porque es la única manera de hacernos sentir, la única manera de que nuestro presidente observe el clamor de un pueblo que ya está cansado", ha comentado la profesora Marta Pinilla, de 39 años, a la misma agencia. La presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá, Marcela Galindo, ha señalado en radios estatales que se ha empezado a notar el desabastecimiento de productos frescos. Según Galindo, también hay desabastecimiento de combustible, lo que dificulta la producción agrícola y ganadera.

Mesa de diálogo

Por su parte, Laurentino Cortizo, ve las protestas ilógicas y ha pedido acabar con el cierre de vías. "Las protestas son parte de la democracia, pero es ilógico y el sentido común nos tiene que decir que no nos podemos estar perjudicando entre nosotros mismos".

Ante las continuas manifestaciones, Cortizo convocó este jueves una mesa de diálogo con la mediación de la Iglesia Católica, que se ofreció como puente para encontrar una solución a la crisis, según ha recogido el diario panameño La Prensa. Sin embargo, los principales impulsores de las protestas se negaron a acudir. La Alianza del Pueblo Unido por la Vida asegura que no acudieron a la reunión porque afirman que la convocatoria del presidente no era sincera y no quieren precondiciones ni mediación de la Iglesia Católica.

El descontento del pueblo panameño se produce en un escenario fatal, en el que la inflación del país está en el 4,2%, la tasa de desempleo en torno al 10% y el precio del combustible disparado, desde principios de año se ha incrementado un 47%, costando actualmente 5,17 dólares el galón de gasolina, es decir 3,78 litros.

"Queremos que sean 3 dólares [el galón] y nos vamos a mantener hasta el final", ha dicho el comerciante y manifestante Peter Domínguez, de 36 años. Cortizo ha anunciado una reducción a partir de este viernes a 3,95 el galón y el congelamiento del precio de algunos alimentos, pero los sindicatos consideran insuficientes estas medidas.

Políticos infiltrados

Cortizo ha asegurado en una rueda de prensa que hay políticos infiltrados en el movimiento que exige la reducción de los precios. "Hay algunas personas, políticos infiltrados en estos movimientos que son movimientos buenos pero los están contaminando políticos con malas intenciones", ha recalcado el presidente. "Soy tolerante, pero se hasta donde ir", ha afirmado el mandatario panameño, agregando: "nosotros los panameños no podemos hacernos daño a nosotros mismos".

Asimismo, ha pedido la unión del pueblo panameño en estos momentos "difíciles". "Si nos hemos unido en momentos tan difíciles como una pandemia, como no nos vamos a unir ahora en momentos también difíciles como las consecuencias de una guerra, tenemos que también pensar en los hogares panameños que necesitan el tanquecito de gas, y en los estudiantes que se han pasado dos años sin asistir a la escuela", ha agregado.

Corrupción

Inicialmente las protestas empezaron por el coste de vida, pero han ido escalando hacia el repudio al despilfarro de los recursos del Estado y la corrupción, como se leen en las pancartas de los manifestantes. "Estamos en la terminación de la época, no se aguanta más un Estado basado en el populismo aparejado con el clientelismo que favorece a unos pocos", ha afirmado a Efe el presidente del Colegio Nacional de Abogados (CN), Juan Carlos Araúz.

La verdadera tarea, ha agregado, "es la transformación del Estado y por eso es momento del diálogo con una ruta de transformación" que incluya necesariamente "una nueva Constitución", ha añadido. La redacción de una nueva Carta Magna en Panamá es una promesa incumplida de los últimos tres gobiernos, incluido el de Cortizo.

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