Siete muertos en un contraofensiva del Ejército ucraniano en la región de Jersón

Un bombardeo ucraniano en la región de Jersón, ocupada por las fuerzas rusas, ha dejado siete muertos y unas 60 personas heridas, han anunciado este martes desde Moscú.

El jefe de la administración cívico-militar, Vladimir Leontiev, ha declarado en Telegram las consecuencias que ha tenido el bombardeo en la ciudad de Nova Kajovka por parte de los ucranianos. "Decenas de viviendas fueron alcanzadas (...) se está sacando a la gente de los escombros", ha dicho Leontiev para añadir: "Es una terrible tragedia". El número de víctimas "va a aumentar porque la magnitud de los daños es enorme", ha agregado el jefe de la administración.

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Una vicedirigente, Ekaterina Guvareva, ha acusado a las fuerzas de Ucrania de haber atacado la región con el lanzamisiles múltiple estadounidense HIMARS. "Está claro que se trata de un ataque deliberado, violento y cínico con misiles de alta precisión, aquí no hay objetivos militares (...) se han atacado almacenes, tiendas, una farmacia, gasolineras e incluso una iglesia", ha afirmado, denunciando un "acto de terrorismo". Por el momento no se ha podido verificar si estas afirmaciones son ciertas.

Objetivos militares

Por su parte, Ucrania ha confirmado el ataque a objetivos militares en Nova Kajovkja, y ha asegurado la muerte de 52 militares rusos y un depósito de municiones destruido.

La región de Jersón, limítrofe con la península de Crimea, está ocupada en gran parte por las fuerzas rusas, que llevan a cabo una ofensiva contra Ucrania desde el 24 de febrero. El Ejército ucraniano lleva varias semanas realizando una contraofensiva en el frente de Jersón, mientras que el grueso de las tropas rusas está desplegado en el Donbás, en el este de Ucrania.