Tensión inflacionista

La guerra de Ucrania y la sequía encarecen la Fiesta del Cordero en el Magreb

La carne ha subido un 30% o más en los mercados marroquís

La guerra de Ucrania y la sequía encarecen la Fiesta del Cordero en el Magreb.

La guerra de Ucrania y la sequía encarecen la Fiesta del Cordero en el Magreb. / MARC FERRÀ

Marc Ferrà

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El Magreb prepara la Fiesta del Cordero (Eid Al Adha) con un ojo puesto en el bolsillo. La sequía que amenaza la región y la guerra en Ucrania han encarecido muchos de los productos del día a día.

El cordero ha subido un 30% o más, explican los comerciantes marroquís. "La alimentación de los animales está muy cara. Esta guerra ha afectado a todo", lamenta Mohamed, vendedor de corderos en Rabat. Este hombre de 61 años explica que "hay algunas personas que no tienen dinero para comprar el cordero este año". Sentado en la parte de atrás de un camión y rodeado de estos animales, Mohamed espera que se acerque algún cliente. Está en el mayor mercado de corderos de Rabat, en el barrio de Hay Nahda, uno de los más populares de la ciudad.

Muchos ciudadanos pasean, piden precios y algunos se llevan el cordero a casa. Las familias con los hijos se sacan fotos con los animales y pasan la tarde en este descampado convertido en mercado. Es el ambiente previo a la Fiesta del Cordero, también conocida como Fiesta del Sacrificio, que se celebra este domingo en Marruecos.

Junto al final del Ramadán, es la festividad más importante para los musulmanes. Un día en el que la gente se reúne por la mañana en grandes explanadas o lugares abiertos para rezar. Después, muchas familias se juntan para sacrificar un cordero y almorzar todos juntos. Estas reuniones se alargan hasta la noche y durante el día siguiente. Siempre acompañadas de mucha comida. También es un momento de reencuentros entre familiares y amigos que hace tiempo que no se ven o que viven lejos y regresan a su pueblo o ciudad para celebrar esta fiesta.

Precios elevados

Según Mustapha, un marroquí que se ha acercado al mercado, "este año los precios de los corderos en Marruecos son más altos de lo que pueden pagar los ciudadanos". "Aquí solo viene la gente humilde, los que tienen dinero van a comprar el cordero en las grandes superficies", explica este hombre. Adil, de 21 años, lamenta indignado que "el ciudadano que tienen 1.000 o 1.500 dirhams (100 o 150 euros) no le basta para comprar un cordero; cuando pregunta los precios se queda sorprendido porque piden de 3.000 a 4.000 dirhams (300 a 400 euros)".

Otro vendedor, Salhi, explica que "ha subido en todo el país". "Puedes viajar lejos de Rabat y encontrarás el mismo precio", añade. El valor del cordero durante estas fechas oscila entre los 200 euros y 600 euros. "El cordero, que el año pasado valía 300 euros, ahora ha subido a 400. Compramos caro y vendemos caro", explica Mohamed. Esta situación que se vive en Marruecos es muy parecida en otros países magrebís. "En Argelia ha aumentado entre un 25% y 30%, mucha gente no puede pagar el cordero este año", explica un periodista argelino, un aumento que se repite en Túnez.

El transporte de estos animales también se ha incrementado por el encarecimiento de la gasolina. En Marruecos se han superado los 1,60 euros el litro, un precio récord que está afectado a toda la economía. "Es demasiado. Ha subido el precio de la harina, la gasolina, el azúcar. Todo ha subido", lamenta Maruan. "¿Qué hacemos? ¿Morimos de hambre?", se pregunta indignado este joven de 19 años.

Preocupación por la sequía

Al precio de los combustibles, hay que sumar la falta de lluvias. La sequía que vive el país ha provocado que los ganaderos estén al límite, según explica el periódico La Vie Éco. Incluso en un artículo relata que a principios de año, el precio de los animales bajó porque muchos de los pastores querían "deshacerse" de sus animales al no tener dinero para mantenerlos. Este medio también cuenta que "la guerra entre Rusia y Ucrania ha llevado los precios de los piensos a niveles sin precedentes".

"La situación del agua es preocupante", manifestó hace unas semanas el Ministro de Infraestructuras y del Agua, Nizar Baraka, en la Cámara de Representantes marroquí. Explicó que desde 2018 el nivel de precipitaciones ha bajado y señaló que este año ha llovido la mitad de lo que era habitual. Baraka también se mostró preocupado por los efectos de la guerra y lamentó que esto ha provocado un aumento del precio de los materiales que necesitan para la construcción de presas, vitales para contrarrestar la escasez de agua.

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