Tradición del Islam

Arranca la peregrinación a la Meca tras dos años de parón por el covid

Tanto las medidas sanitarias como las de seguridad se han intensificado estos días en la ciudad sagrada

El Periódico

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Miles de peregrinos musulmanes presentes en La Meca por primera vez tras la pandemia de covid han empezado este jueves por la mañana a dirigirse hacia Mina, para celebrar uno de los mayores rituales del Hach. En este ritual, numerosos fieles efectúan el viaje a pie hasta Mina, a siete kilómetros de distancia de la Gran Mezquita, el lugar más sagrado del islam situado en el oeste de Arabia Saudí. "Me siento muy bien. Todo esto es para estar más cerca de Dios", ha dicho el peregrino tunecino Khaled Bin Jomaa, de 44 años, mientras entraba al campamento a pie, con un paraguas para protegerse del sol y una alfombra de oración.

Con sus atuendos ligeros, los fieles pasarán la noche en tiendas blancas climatizadas, ya que el lugar se halla en un estrecho valle rodeado de montañas. El viernes, punto culminante del Hach, los fieles iniciarán la subida al monte Arafat, donde el profeta Mahoma habría pronunciado su último sermón. Los peregrinos orarán y recitarán el Corán durante varias horas en el monte.

El sábado, realizarán la lapidación simbólica de Satanás, lanzando piedras contra lugares que representan al diablo.

Medidas sanitarias

Debido al coronavirus, el número de peregrinos que podrán asistir a la festividad se ha limitado a un millón, dos veces menos que en 2019 pero mucho más que en los dos últimos años, cuando los participantes quedaron reducidos a algunas decenas de miles, y los extranjeros excluidos.

En esta ocasión, unos 850.000 musulmanes del mundo han sido autorizados, a condición de estar vacunados y de presentar un test PCR negativo. Asimismo, las autoridades han anunciado que se han implementado cuatro hospitales y 26 centros de salud en Mina.

Alta seguridad

El Hach, habitualmente una de las mayores congregaciones religiosas del mundo, figura entre los cinco pilares del Islam y debe ser llevado a cabo al menos una vez en la vida de cada musulmán que tenga los medios.

Los rituales se llevan a cabo con medidas de alta seguridad, y puestos de control policiales en diversos lugares de La Meca, para evitar una repetición de las tragedias que han ensangrentado la historia de la mayor peregrinación musulmana. En 1979, hombres armados se encerraron en el interior de la Gran Mezquita durante un asalto que causó 153 muertos, según el balance oficial. En 2015, una estampida en Mina provocó la muerte de hasta 2.300 personas.

Suben los precios

Con el retorno de miles de fieles, se ha reanudado la actividad, pero los costes son más elevados en medio de las tensiones económicas mundiales. Heba Basher, una peregrina egipcia, ha dicho que la libra egipcia estaba muy débil frente al riyal saudí, que está vinculado al dólar, lo que ha hecho subir los precios en el reino para los peregrinos pobres. "En comparación con Jordania, los precios aquí son más caros. Notamos grandes diferencias, pero el problema está en todas partes y no sólo en el reino", ha dicho Adnan Hassan, un peregrino sirio que vive en Ammán.

"Pero, alabado sea Dios, nos hemos salvado de una pandemia mundial y de los cierres... Uno se alegra de que el Hach vuelva a la normalidad, sin restricciones ni máscaras" ha rematado Hassan.

Antes de que la pandemia impusiera el distanciamiento social en todo el mundo, los datos oficiales mostraban que el reino ganaba unos 12.000 millones de dólares anuales gracias a los 2,6 millones de peregrinos que solían visitar La Meca y Medina para el Hach, de una semana de duración, y unos 19 millones de visitantes para la Umrah, otra forma de peregrinación que puede realizarse en cualquier momento del año.