Bolivia producirá pasta dental sobre la base de la hoja de coca

Según el Gobierno, la hoja ancestral, que es también la base de la cocaína, tiene un alcaloide que neutraliza las caries 

Imagen de archivo de la erradicación de cultivos de coca en Latinoamérica.

Imagen de archivo de la erradicación de cultivos de coca en Latinoamérica. / EL COMERCIO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo

Abel Gilbert

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La Constitución de Bolivia de 2009 establece que el Estado es protector de "la coca originaria y ancestral" porque representa un "factor de cohesión social" que, "en su estado natural, "no es un estupefaciente" como la cocaína. Bajo ese principio, el cultivo ha adquirido valor agregado a través de infusiones, harinas y usos medicinales. Para competir simbólicamente con la Coca Cola se creó durante la era de Evo Morales la Coca Colla bol energy. "Te sentirás con energía todo el día", rezaba la publicidad, en 2010. En breve, habrá un dentífrico estatal. "Uno se pregunta cómo en las épocas milenarias no había dentistas y nuestros hermanos no tenían afecciones dentales. ¿Qué es lo que ocurría? Hay un alcaloide importante en la hoja que neutraliza las caries y por eso vamos a implementar esta fábrica, esta industria de producción de dentífricos", dijo el presidente Luis Arce el 11 de enero pasado, durante los festejos del llamado Día Nacional del Acullico o masticado de la coca. A comienzos de la semana, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, confirmó que comenzará en breve la elaboración de la pasta dental.

En rigor, no es el primer intento de elaborar con esa planta un producto para limpiar los dientes. Hubo, según Arce, "un emprendimiento privado" que fracaso por falta de materia prima debido a las "políticas de reducción de los cultivos de coca" vigentes antes de que llegara al Gobierno el Movimiento al Socialismo (MAS) bajo el liderazgo de Morales, en 2006. La Empresa Pública Productiva de Industrialización de la Hoja de Coca Boliviana (Kokabol), cuyo objetivo central será  la "investigación y el desarrollo tecnológico productivo de la hoja de la coca y plantas medicinales para su industrialización, en el marco de la política de industrialización con sustitución de importaciones", se encargará de producir el dentífrico. En principio, contará con una inversión de 8,7 millones de euros. La planta de Kokabol levantará en el municipio de Sacaba, a unos 16 kilómetros de Cochabamba y 400 kilómetros de La Paz, y está autorizada a expandirse en otras partes del país.

 Bolivia es, después de Colombia y Perú, es el tercer país con mayores extensiones del cultivo de coca. Con el MAS, el Estado puso el acento en el valor ancestral y potencialmente industrial de esa planta. La diplomacia boliviana a pedido que Naciones Unidas deje de demonizarla. A pesar de los reparos, el país ha vuelto a adherir hace nueve años a la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961. Desde 2017 rige una Ley General de la Hoja de Coca que busca regular la "producción, circulación, transporte, comercialización, consumo, investigación, industrialización y promoción” de la hoja "en su estado natural".  La normativa sentó las bases para ampliar el área de plantaciones. La Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) ha informado que la superficie se ha ampliado en 2020 un 15% al pasar de 25.500 hectáreas a 29.400 hectáreas en 2020. La Unodc no tiene dudas: una parte de esas plantaciones son aprovechadas por el narcotráfico, por eso le ha pedido a la administración de Arce que tome cartas en el asunto. Bolivia se ha comprometido a erradicar unas 9.000 hectáreas de cultivos ilícitos al año.

Polémicas en el oficialismo

La defensa encendida que hace el Estado boliviano de los beneficios de la hoja milenaria va a veces a la par de las discusiones sobre la penetración de las bandas narcos en la sociedad. El presidente Arce y el vicepresidente David Choquehuanca instruyeron este jueves al Ministerio de Justicia que investigue los alcances de una denuncia del diputado oficialista Rolando Cuéllar contra el vicepresidente del MAS, Gerardo García, relacionada con financiamiento electoral con fondos procedentes del negocio de la droga. Cuéllar detonó un verdadero escándalo en el seno del partido de Gobierno al revelar una carta de 2017 firmada por García en la que se agradece los aportes económicos de Miguel Ángel Salazar Yavi, quien no era otro de un argentino, Miguel Farfán, acusado en su país de narcotraficante.

Morales salió en defensa de García y anticipó que la Justicia "comprobará la falsedad" de la denuncia. "Que se investigue de cara al pueblo y con total transparencia ese y otros casos". El ex presidente pidió a la militancia del MAS "mantenerse en estado de alerta ante los ataques internos y externos" contra un partido que se encuentra sumido en medio de polémicas entre los seguidores de Evo, quien desea a volver a gobernar, y Choquehuanca, aspirante a suceder a Arce.

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