Arranca la peregrinación a la Meca tras dos años de paréntesis por el covid

La temporada de peregrinación ha comenzado en Arabia Saudí, que recibe estos días a miles de musulmanes que viajan hasta la sagrada ciudad de La Meca para celebrar el Hach, – el quinto pilar del Islam, que estipula que todo musulmán debe peregrinar una vez en la vida, siempre que se lo pueda permitir, a la ciudad de La Meca -, del 7 al 12 de julio.

Tras dos años en los que la peregrinación se ha visto afectada por el estallido del covid-19, el país espera que un millón de fieles asistan a las ceremonias. En las dos últimas ediciones, solo unos pocos miles de ciudadanos y residentes saudís pudieron asistir a la peregrinación anual. De modo que este año, vuelve a permitirse a peregrinos extranjeros realizar el Hach.

Aún así, las autoridades prefieren ser cautelosas y se ha estipulado un máximo de asistentes, además de instaurar medidas de acceso; solo podrán acceder aquellos que tengan entre 18 y 65 años, que estén totalmente vacunados o inmunizados contra el virus, y que no padezcan enfermedades crónicas.

Accidentes mortales

Con el constante recuerdo de los accidentes mortales que han sacudido la peregrinación hasta Masjid al-Haram, también conocida como la Mezquita Sagrada, los agentes de seguridad han instalado una red de cámaras de vigilancia para estar atentos ante cualquier problema que pueda ocurrir en los alrededores y accesos a la ciudad. De esta manera, quieren garantizar que se realice un Hach sin incidentes como incendios, estampidas mortales o disturbios.

El peregrinaje anual a la Meca es una gran fuente de ingresos para el Gobierno debido al alojamiento, el transporte, las tasas y los regalos de los fieles. Los datos oficiales previos a la pandemia indican que durante las festividades, el país gana 12.000 millones de dólares anuales En 2019, 2,6 millones de personas realizaron el Hach, mientras que 19 millones participaron en la Umrah, otra forma de peregrinación a la Meca que se puede realizar en cualquier momento del año.

Las ceremonias

En el primer día de la festividad, se reúnen en Miqat y se deshacen de sus vestimentas y se colocan el ihram, una túnica blanca. Tras esto dan vueltas alrededor de la Kaaba, un edificio situado en el centro de la Meca y el lugar más sagrado del Islam. Lo consideran "la casa de Dios", el lugar donde se une el mundo divino y el terrenal y rezan. Durante los días siguientes, acuden al monte Arafat y a otro sitio conocido como Muzdalifa, una zona abierta y llana cerca de la Meca donde siguen rezando y buscan las piedras que utilizarán durante las ceremonias de lapidación de los pilares del diablo o también conocidos como Jamrat al-‘Alqaba. Posteriormente, en el tercer día se celebra el Eid o sacrificio del cordero y los creyentes vuelven a la Meca para dar una vez más vueltas a la Kaaba. Tras estas vueltas, los fieles acuden otra vez de la Meca a Mina donde permanecen dos o tres noches y vuelven a lapidar los pilares. Para finalizar vuelven a la Meca para realizar la última circunvalación, conocida como Tawaf, la del adiós. Tras esto, los creyentes salen del estado de Ihrām y es costumbre que los hombres se rapen la cabeza y las mujeres se corten unos pequeños mechones.