Guerra de Ucrania

Rusia anuncia la conquista de toda Lugansk y Ucrania recibe más misiles

Las tropas de Putin dan por controlado toda la zona tras asaltar la ciudad de Lisichansk

El Ministerio de Defensa Ucraniano confirma haber recibido de Occidente el sistema de defensa antiaéreo Nasams

Militares, que regresan a su base tras dejar el frente de batalla

Militares, que regresan a su base tras dejar el frente de batalla / EFE/Orlando Barría

Juan José Fernández

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Al medio día de este domingo, el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa anunciaba una "exitosa" operación de toma de la ciudad donbasiana de Lysychansk por su ejército y las milicias separatistas de la provincia de Lugansk. Lo que para Moscú era toma, para Kiev ha sido "avance", reconocido por primera vez este domingo.

El comunicado ruso confirmaba los anuncios que mercenarios chechenos del señor de la guerra Ramzan Kadirov venían celebrando desde la noche. Caída Lysychansk, que la provincia entera de Lugansk caiga en manos rusas es ya solo cuestión de poco tiempo. La plaza es tan valiosa como su gemela Severodonetsk. Ambas forman una conurbación atravesada por el río Donetsk, en un eje clave del Donbás.

Un parte ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, difundido en Telegram relata la caída de un cinturón en torno a las dos ciudades: Bilohorivka y Maloryazantseve al oeste de Lysychansk; el barrio norte de Novodruzhesk y, al sur, la urbanización de Bila Hora, encaramada en un cerro. En total, 182 kilómetros cuadrados "liberados".

No había amanecido cuando rusos y prorrusos entraron en Lysychansk, y unidades ucranianas combatían por la última salida de Lugansk. Y según la versión ucraniana, con grandes pérdidas rusas, que habrían sido provocadas durante su intento, finalmente culminado, de encadenar un cerco en torno a la urbe en su periferia.

En su avance, según parte del portavoz ruso de Defensa, teniente general Ígor Konashenkov, el ejército invasor ha tomado también Zolotarivka y Bilhorivka, asomándose por el noreste al vecino oblast de Donetsk.

Lento desgaste

La batalla del Donbás ha superado ya los 70 días, y no parece que las repúblicas populares prorrusas de Donetsk y Lugansk vayan a tener larga vida. No en la prospectiva que hace en Washington el Institute for the Study of War (ISW): por cómo se dispone la maquinaria política y militar de las zonas que Rusia llama "liberadas", el ISW apuesta por que esas dos repúblicas pasarán a formar parte directa de la Federación Rusa.

El lento avance ruso en la región, que los ucranianos tratan de frenar atrayendo fuerzas a combates en las cercanías de Mikolaiv y Zaporiya, está comprometiendo casi la mitad de las fuerzas desplegadas por Rusia en esta guerra, bajo erosión cada vez más dura por el armamento donado a Ucrania.

A la artillería occidental de alta precisión han seguido armas que permiten disparar más fuerte y más lejos: lanzacohetes múltiples MLRS, lanzamisiles HIMARS norteamericanos y ahora el moderno sistema de misiles antiaéreos Nasams, según ha celebrado en Twitter el ministro de defensa ucraniano, Oleksi Reznikov. Solo han pasado tres días del anuncio por los aliados de la OTAN del envío de un "paquete renovado" de ayuda militar a Kiev.

Otro parte ruso denunciaba que las fuerzas ucranianas habían dejado minado el terreno que abandonaban. Se cumple el propósito militar, típico de esta guerra, de las dead ashes: cuando los rusos toman una ciudad disputada (y Mariupol es un ejemplo), se apropian solo de peligrosos escombros y cenizas muertas.