Libertad de expresión

Turquía bloquea el acceso a la televisión alemana DW y la estadounidense VOA

La emisión de estas dos cadenas ha sido cerrada por la negativa de estas empresas públicas a pedir una licencia en el país anatolio, que permitiría la censura de contenidos

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. / GABRIEL BOUYS

Adrià Rocha Cutiller

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Turquía ha bloqueado desde este viernes de madrugada el acceso por internet a las televisiones públicas alemana, Deutsche Welle (DW), y estadounidense, La Voz de América (VOA), después de la negativa de estas cadenas a pedir una licencia de emisión en el país anatolio por sus versiones en turco. 

El Gobierno de Ankara aprobó hace unos meses una ley que obliga a todos los medios periodísticos extranjeros que tengan una versión en lengua turca a registrarse en el país. Estas cadenas y las organizaciones de derechos humanos aseguran que esta medida puede llevar a que el organismo regulador de telecomunicaciones, RTÜK, pueda multar y censurar los contenidos periodísticos de estas televisiones.

Es algo que ya ocurre constantemente con los pocos medios de comunicación locales independientes, que son perseguidos casi diariamente e, incluso, cerrados a discreción. La gran mayoría del panorama mediático turco es plenamente afín al Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.

"Hemos realizado una correspondencia enorme, e incluso hemos tenido conversaciones personales con el director de la autoridad de control de medios, al que explicamos por qué DW no podía aplicar por esa licencia", ha dicho en un comunicado este viernes el director de Deutsche Welle, Peter Limbourg.

"Por ejemplo, medios con licencia en Turquía son obligados a eliminar contenidos que RTÜK interprete como inapropiados. Esto es inaceptable para una televisión independiente. DW tomará acciones legales contra el bloqueo que acaba de ocurrir", ha dicho Limbourg.

"Libertad de prensa"

Turquía, además, está en pleno debate de una nueva ley contra la desinformación, que aún no ha sido aprobada por el Parlamento pero que, de serlo, impondrá penas de cárcel a periodistas —o ciudadanos, a través de sus redes sociales— que "hagan desinformación". 

"El acceso a DW y VOA ya ha sido bloqueado. ¡Aquí tenemos su libertad de prensa y su idea de democracia avanzada!", ha dicho irónicamente Ilhan Tasci, del principal partido de la oposición y miembro del consejo de directores de RTÜK, que tiene mayoría progubernamental.