Tratado nuclear

Más de cien países se reúnen en Viena para debatir la prohibición de las armas nucleares

Los últimos datos del SIPRI alertan que en el mundo hay 12.705 armas nucleares y que todo hace prever que en los próximos años los arsenales nucleares crecerán por primera vez desde la Guerra Fría

España no estará presente en la reunión.

Un misil nuclear estadounidense lanzado desde un submarino

Un misil nuclear estadounidense lanzado desde un submarino / periodico

Begoña González

Begoña González

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Las conversaciones sobre la prohibición de las armas nucleares llevaban años adormecidas en las primeras esferas de la vida política. La necesidad de poner límites no parecía urgente. Ahora, la invasión rusa de Ucrania y las amenazas nucleares de Vladímir Putin han vuelto a poner sobre la mesa la petición que una gran parte de la sociedad civil lleva años haciendo a sus gobiernos.

Este martes, en Viena, tendrá lugar una cumbre a la que asistirán un centenar de países, en la que España no participará, y que se convertirá en el primer encuentro intergubernamental sobre armas nucleares desde el inicio de la guerra en Ucrania. El encuentro, que tendrá lugar apenas una semana antes que la cumbre de la OTAN en Madrid, contará con la participación también de organizaciones como la catalana FundiPau (Fundació per la Pau) que lleva años luchando por convencer al Gobierno español para que se una al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW, por sus siglas en inglés). Por el momento, 86 países han firmado el tratado y 62 lo han ratificado, pero entre ellos no figura ninguno de los países poseedores de este tipo de armamento ni tampoco los países miembros de la OTAN.

Este domingo, en las reuniones previas a la cumbre que han tenido lugar en Viena también, FundiPau acusó a la OTAN de desalentar a sus miembros a participar en el TPNW, y de hacer una contribución "muy nefasta" al orden de seguridad internacional. "Apoyar y respaldar (el tratado) es una opción muy sensata, muy mayoritaria y, por lo tanto, que un organismo como la OTAN se oponga a ello, es realmente preocupante", declara el director de la organización, Jordi Armadans.

Cada vez más armas

Frente a la postura de la OTAN de mantener las armas atómicas en su estrategia de seguridad, Armadans afirma que la única solución es eliminar las casi 13.000 armas nucleares que existen en el mundo: Los últimos datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) alertan que en el mundo hay 12.705 armas nucleares, que los países tenedores invierten en su modernización y que todo hace prever que en los próximos años los arsenales nucleares crecerán por primera vez desde la Guerra Fría.

España ha decidido no participar en la conferencia de Viena. Ni siquiera como oyente. Es una muestra de la oposición frontal que ha ejercido contra el TPNW desde que entró en vigor el pasado año y que va alineada con la posición de la AlianzaAtlántica. "Estar presente en la reunión no sería una incongruencia, pero la postura poco valiente de Gobiernos como el de España, es que este tratado boicotea el compromiso del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1968", asegura Armadans. "Realmente un tratado no anula el otro. De hecho el TPNW es la evolución natural del TNP, pues uno defiende la no proliferación de las armas nucleares y el otro, que defiende la prohibición, sería la consecuencia de su éxito", razona.

Las consecuencias de la guerra de Ucrania

De hecho, países como España lo tienen relativamente más fácil que otros países porque no alojan armas nucleares, y no tendrían que desmantelar ninguna infraestructura, que es uno de los principales inconvenientes que existen para otros países como Estados Unidos, Rusia o China. La guerra de Ucrania ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de evitar el uso del armamento nuclear en un marco en el que estas armas eran consideradas un tema del pasado, de la Guerra Fría.

"Lamentablemente, la guerra de Ucrania más allá del propio drama en sí ha tenido un fuerte impacto en las políticas de defensa de muchos países. Las políticas de remilitarización y armamento están recibiendo fondos, y las potencias nucleares están invirtiendo en la modernización de sus armas", asegura Armadans. Aún así, "la guerra también ha hecho que se tome consciencia del peligro que siguen suponiendo", añade.

Las perspectivas de FundiPau albergan la posibilidad de ir sumando países al tratado. "En las Naciones Unidas, 122 países votaron a favor, pero solo 62 lo han ratificado. Creemos que en los próximos años se irán adhiriendo países", argumenta Armadans que asegura que en esta primera conferencia en Viena habrá países como Noruega, Alemania o Bélgica presentes en los debates y eso da pie a la esperanza de una adhesión futura.