Nuevo Gobierno colombiano

Francia Márquez, la primera mujer afro en ocupar la Vicepresidencia de Colombia

La compañera de fórmula del izquierdista Gustavo Petro se ha convertido en un fenómeno político y un símbolo de las comunidades tradicionalmente marginadas

Madre soltera, abogada, fue víctima de amenazas y un atentado que pudo costarle la vida. Sin embargo, nunca dejó de apostar por la paz

Francia Marquez.

Francia Marquez. / Europa Press

Abel Gilbert

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La lucha de años de la abogada y activista Francia Márquez en nombre de "los nadies" y contra el daño ambiental la llevó a convertirse la primera vicepresidenta afrodescendiente de Colombia. Su figura estuvo lejos de ser decorativa durante la campaña que consagró al izquierdista Gustavo Petro : fue la gran catalizadora de anhelos y broncas acumuladas a lo largo de años. Pero también despuntó en ella la chispa y la originalidad que la hicieron diferente frente al lenguaje de los demás contendientes. Le corresponde una consigna que tuvo un profundo calado entre los jóvenes y las mujeres, a quienes llamó a "vivir sabroso".

"Vamos las mujeres a erradicar el patriarcado de nuestro país, vamos por los derechos de la comunidad diversa LGBTIQ+, vamos por los derechos de nuestra madre tierra, de la casa grande. A cuidar nuestra casa grande, a cuidar la biodiversidad, y vamos juntos a erradicar el racismo estructural", dijo en la noche del domingo que seguramente no olvidará.

Francia nació en 1981, en la vereda (aldea) de Yolombó de Suárez, un pueblo del convulso departamento del Cauca (suroeste). En su propia biografía se encierra el significado de la figura de los "nadies". Pertenece a una comunidad, la afrodescendiente, de la que forman parte unos tres millones de personas que nunca habían tenido una representación política acorde a su peso demográfico, económico y cultural.

Francia se forjó como líder comunitaria desde su condición de madre soltera. Hija de una partera y un obrero de las minas, se desempeñó como empleada doméstica. A los 16 años tuvo al primero de sus dos hijos. Se graduó como abogada en la Universidad de Santiago de Cali apenas concluyó la adolescencia y sin dejar de trabajar en casas ajenas. Nunca dejó de pensar en su lugar de origen: la violencia, el desplazamiento y el desastre ecológico se habían convertido en un modo corriente de nombrar a Suárez. Y eso la llevó al activismo y a oponerse de manera decidida a la extracción minera. Su rostro, iracundo, comenzó a ser observado con atención 13 años atrás, durante las luchas para salvar al río Ovejas de la contaminación. Como parte de sus acciones recibió el Goldman Environmental Prize, considerado el premio Nobel medioambiental.

Tres años atrás fue nombrada una de las 100 mujeres más influyentes del planeta. Los reconocimientos internacionales no la blindaban por completo frente las amenazas. La muerte está a la orden del día en las zonas de conflicto. De hecho, solo este año han muerto más de 80 líderes y lideresas. En 2019, Márquez fue víctima de un ataque que pudo ser letal cuando estaba en una reunión de preparación para unos diálogos entre indígenas y el Gobierno. La atacaron con armas y granadas. "El atentado del cual fuimos víctimas el día de ayer en la tarde, nos invita a continuar apostando a lograr la paz en nuestros territorios, en el departamento del Cauca y en nuestro País, ya está bueno de tanta sangre derramada".

Su primer mensaje como vicepresidenta fue escuchado como una continuidad de ese reclamo. Por eso dedicó su triunfo electoral a los "líderes sociales que tristemente fueron asesinados en este país, a la juventud que ha sido asesinada y desaparecida, a las mujeres que han sido violentadas y desaparecidas, a todos ellos que sé que desde algún lugar nos están acompañando en este momento histórico para Colombia". Y añadió: "les damos las gracias por haber hecho el camino, por haber sembrado la semilla de la resistencia y la esperanza".

Revulsivo

La irrupción de Márquez en el terreno estrictamente político es consecuencia de su propia madurez. En la primaria de abril de la izquierda obtuvo más de 700.000 adhesiones. Petro no se demoró en invitarla a compartir la fórmula electoral. "Muchos dicen que no tengo experiencia para acompañar a Gustavo Petro a gobernar este país y yo me pregunto ¿por qué la experiencia de ellos no nos permitió vivir en dignidad?. ¿Por qué su experiencia nos ha tenido tantos años sometidos a la violencia que generó más de ocho millones de víctimas? ¿Por qué su experiencia no logró que todos los colombianos viviéramos en paz?", dijo.

Afrodescendiente, ambientalista, abogada y, para colmo, usa el lenguaje inclusivo en sus alocuciones. No faltaron las expresiones de rechazo del espectro conservador. La cadena radial Caracol quiso que explicara el significado de su movimiento político "Soy porque somos". La abogada respondió: "es una apuesta de vida que dice que yo soy si usted es, que nosotros somos si la naturaleza es, esa filosofía heredada de nuestros mayores y mayoras que fueron esclavizados, pero que siempre le apostaron a la construcción colectiva". Haber hablado de "mayores y mayoras" la convirtió en objeto del escarnio virtual. Un contratiempo menor en una vida marcada por el peligro y la autosuperación.