Drama migratorio

Londres no se rinde y prepara nuevos vuelos de deportados a Ruanda

El Gobierno británico continuará con su política de expulsiones a pesar del bloqueo del primer avión al país africano por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos

Migrantes llegan al puerto de Dover (Reino Unido) tras cruzar el Canal de la Mancha

Migrantes llegan al puerto de Dover (Reino Unido) tras cruzar el Canal de la Mancha / REUTERS

Begoña Arce

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El Gobierno de Boris Johnson seguirá adelante con la deportación de solicitantes de asilo a Ruanda, a pesar de que el martes a última hora de la noche los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (ECHR) en Estrasburgo bloquearon la salida del primer vuelo, media hora antes de su despegue rumbo al país africano.

La ministra de Interior, Priti Patel, en una declaración ante los diputados, aseguró que han comenzado los preparativos para otros vuelos y dio a entender que el Gobierno tampoco esperará en esta ocasión a la revisión judicial completa sobre la legalidad de la nueva política de migración por parte de la justicia británica, prevista para el próximo mes. “Creemos que cumplimos completamente con nuestras obligaciones domésticas e internacionales y los preparativos para un nuevo vuelo ya han comenzado”, afirmó en la Cámara de los Comunes.

Los solicitantes de asilo que debían haber partido en el primer avión, más de 100 originalmente, portan ahora una pulsera electrónica para evitar que puedan evadirse, indicó la ministra. La intervención del ECHR fue “lamentable y sorprendente”, subrayó, dado que la operación de traslado había contado con la autorización de los tribunales británicos.

El problema de los refugiados es global, explicó Patel, y requiere soluciones internacionales, por lo que la colaboración entre el Reino Unido y Ruanda es un ejemplo y “muestra el camino a seguir”. “Esta colaboración manda un mensaje muy claro, de que la entrada ilegal al país no se va a tolerar”.

Críticas a Ruanda

La responsable laborista de asuntos de Interior, Yvette Cooper, calificó de “caótica y vergonzosa” la política migratoria del Gobierno, único responsable, dijo, de lo ocurrido. Cooper puso en duda la elección de un país como Ruanda donde en el pasado, señaló, han disparado contra solicitantes de asilo que protestaban por falta de comida.

El Gobierno de Johnson no ve inconveniente alguno. Las críticas aprecidas en los medios de comunicación en las últimas semanas son una "falsificación" de la imagen de Ruanda, afirmó la ministra, y los críticos "no solo no saben de lo que hablan, sino que además denigran a otro paí con récords tan buenos, en lo que a refugiados se refiere y en el cumplimiento de sus responsabilidades internacionales".

Las autoriades de ese país africano hicieron saber que Ruanda sigue "plenamente comprometida" con el acuerdo para deportar a su territorio solicitantes de asilo llegados al Reino Unido a pesar de la decisión del bloqueo del primer vuelo. "Los nuevos acontecimientos no nos han disuadido. Ruanda sigue plenamente comprometida a hacer que este acuerdo funcione", dijo la portavoz del Ejecutivo ruandés, Yolande Makolo, según recogen hoy medios locales. "La situación actual de personas emprendiendo peligrosas travesías no puede continuar porque está causando un sufrimiento incalculable para muchos", añadió Makolo.

Revisión de la legislación

Un grupo de diputados conservadores ha pedido la retirada del Reino Unido del Convenio Europeo de Derechos Humanos, algo que ya sugirió el día anterior Johnson y que su portavoz se ha negado a desmentir. “Estamos dejando abiertas todas las opciones sobre la mesa, incluidas las reformas legales futuras que sean necesarias”. Esa retirada del Convenio, que tuvo a Churchill como uno de sus fundadores, sería complicada y grave, por ser una de las bases del Acuerdo de Viernes Santo. El Reino Unido también aceptó incluir el ECHR en el acuerdo del Brexit con la Unión Europea.