Nuevas restricciones

Un contagio masivo de covid en bares devuelve las restricciones a Pekín

Las autoridades cancelan las clases presenciales, cierran bares y suspenden eventos de deportivos

Éxodo de extranjeros de Shanghái por los confinamientos

Zona residencial bajo confinamiento en Pekín, este martes.

Zona residencial bajo confinamiento en Pekín, este martes. / JADE GAO

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

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Parecía sometido el brote de Pekín la semana pasada cuando sumaba tres días consecutivos sin casos pero un par de noches agitadas de un contagiado hizo rodar la roca de Sísifo ladera abajo. La capital informaba este martes de 74 contagios diarios, la mayor cifra en tres semanas, que empujan el total del brote hacia los 300. Más inquietante aún es que se cuenten en un centenar de comunidades repartidas en 14 de sus 16 distritos y que las autoridades asuman que seguirán aflorando casos.

La ciudad ha frenado la apertura progresiva. Las clases presenciales en colegios se han cancelado hasta nuevo anuncio, han sido suspendidos los eventos deportivos y los bares han bajado la persiana tras apenas una semana en funcionamiento. El céntrico distrito de Chaoyang es el más castigado: los restaurantes sólo sirven comida para llevar, numerosos complejos han sido confinados y se han impuesto tres tests diarios a sus casi tres millones de habitantes. Un paseo lo revelaba esta mañana adormecido y con ubicuas filas de vecinos esperando el trámite del raspado de lengua. Una cafetería invitaba este lunes a sus clientes a acabarse sus bebidas en la calle tras recibir una visita policial.

Pekín se aplicó con receta tradicional de la política de tolerancia cero cuando el mes pasado supo de media docena de casos. Fresco aún el tormento de Shanghái, causado por una reacción tan lenta como tibia, la capital ordenó tests masivos, cerró parques y congeló el sector de ocio. Pekín eludió el encierro y rebajó la cincuentena de casos diarios hasta el cero. Y entonces, tras levantar muchas de las restricciones, apareció el que la prensa nacional conoce como paciente 1.991. Su itinerario sugiere que pocos disfrutaron más de la reapertura de bares que ese joven. Del tipo se sabe que vive más allá del quinto anillo, a unas dos horas de Sanlitun, el epicentro lúdico del distrito de Chaoyang. Tras la segunda noche sintió fiebre, se hizo un test y su positivo colocó a las autoridades sanitarias frente al homérico reto de encontrar a todos los que habían coincidido con él en media docena de locales atiborrados. Más de 6.000 personas han sido puestas en cuarentena.

Locales laxos

El caso ha subrayado la laxa implementación de algunos bares de la normativa que obliga a todos los establecimientos públicos a exigir a sus clientes el resultado negativo de un test realizado en las últimas 72 horas. El joven sumaba dos semanas sin tests. El brote le ha costado la licencia al establecimiento Heaven’s Supermarket, epicentro del brote, y cargos criminales a sus propietarios. En ese histórico local de la noche pequinesa se juntaban la colonia extranjera y la local, atraídas por los bajos precios de la cerveza de importación, en una atmósfera fragorosa y sin el refinamiento de otros clubes de la zona. Lo visitó ayer Sun Chunlan, vicepresidenta y encargada de la lucha nacional contra el covid, en lo que pareció el levantamiento del cadáver. Las autoridades aclararon después que lidiarán de forma "rápida, estricta y seria" con los locales que ignoran sus deberes.

El brote es el último puñetazo al sector que más padece el rigor de la política de tolerancia cero. "Las autoridades saben que es imposible controlar a todos los que entran. Pueden saber con la geolocalización de los móviles cuánta gente hay y contrastarlo con el registro. Si no hay positivos, te caerá una multa. Si da la casualidad que entre la clientela hay un positivo, estás perdido. Te utilizarán como chivo expiatorio", revela el propietario de un local de música en vivo del distrito histórico de la capital. A la ansiedad por los largos y devastadores cierres se añade estos días la de acabar frente a un tribunal.  

Pekín no ha padecido confinamientos masivos y ha apagado sus brotes con diligencia. Desde que aquella extraña neumonía apareció en Wuhan sólo había sufrido un susto. Fue en 2020 por un foco localizado en el mercado de abastos de Xinfadi y que nunca desbordó su perímetro más cercano. El actual, sin embargo, se gestó en el corazón lúdico de la ciudad a la que acuden multitudes de todos los distritos.