Medidas gubernamentales

Cruzar Alemania en transporte público por sólo 9 euros al mes

El Gobierno federal lanza un billete para combatir la inflación y los altos precios de los carburantes

El ticket de 9 euros frente a un autobús.

El ticket de 9 euros frente a un autobús. / Reuters

Andreu Jerez

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Es una de las medidas con las que el Gobierno federal pretende paliar los efectos de la inflación, especialmente de los desorbitantes precios de la gasolina – que roza los dos euros en Alemania –: el llamado “ticket de 9 euros”, que acaba de entrar en vigor y ya forma parte del imaginario colectivo del país. Desde el pasado 1 de junio y hasta el próximo 31 de agosto, los consumidores pueden adquirir un billete con el que usar metro, bus, tranvía, trenes urbanos y regionales por sólo 9 euros al mes y sin restricciones. Nunca fue tan barato viajar en transporte público en Alemania.

El ticket, personal e intransferible, se puede adquirir en cualquier terminal o través de las diferentes aplicaciones digitales de los medios de transporte público del país. Para evitar agravios comparativos, aquellos usuarios que ya cuentan con abono mensual o anual recibirán la diferencia correspondiente durante los meses en que se aplique la medida.

El “9-Euro-Ticket”, como se escribe en alemán, permite la particularidad de cruzar Alemania en trenes regionales y de cercanía, eso sí, siempre en segunda clase. La medida no incluye trenes de alta velocidad ni larga distancia, pero con un poco de paciencia y varios cambios de línea se podrá, por ejemplo, viajar de Berlín a alguna de las islas del Mar Báltico sin tener que comprar un billete adicional. La llegada del verano ha desatado la euforia entre turistas y el sector hotelero, que ve una oportunidad para impulsar el turismo nacional.

¿Transporte saturado?

La Asociación de las Empresas de Transporte Alemanas (VDV) calcula que se venderán unos 30 millones de tickets de 9 euros cada uno de los tres meses. Algunas voces han advertido de un posible saturación del transporte público, algo que de por sí ya se daba antes de la introducción de la medida en algunos tramos ferroviarios y en fechas festivas señaladas. Las diferentes empresas de transporte público ya han anunciado, por eso, que reforzarán el personal y la oferta. El Deutsche Bahn, por ejemplo, pondrá en marcha 50 trenes adicionales mientras dure la medida. El Gobierno federal también pondrá 2.500 millones de euros a disposición de los gobiernos de los estados federados para cubrir los costes.

La medida está relacionada con la alta inflación que acumula Alemania, que cerró el pasado mes de abril por encima del 7%. Sin embargo, la actual Coalición Semáforo – tripartito de socialdemócratas del SPD, verdes y liberales del FDP– ven también una oportunidad para atraer a más usuarios hacia al transporte público en detrimento del vehículo privado, especialmente en las zonas urbanas.

“Si queremos alcanzar la meta de doblar la cifra de usuarios del tren, entonces necesitamos con urgencia los resultados del ticket de 9 euros”, ha dicho Michael Theurer, comisionado del Gobierno federal para el transporte ferroviario. La firma del acuerdo de coalición del actual gobierno tenía precisamente como uno de sus objetivos prioritarios el fomento del transporte público para reducir la emisión de CO2 y acercarse a las metas del Acuerdo de París.

Ese objetivo dependerá en buena medida de la evolución de los precios de los carburantes, cuyo actual nivel está convirtiendo el uso del vehículo privado en casi un bien de lujo. Además del billete de 9 euros, el Gobierno alemán también ha reducido de manera temporal el impuesto a los combustibles, lo que ha permitido que el precio de la gasolina caiga esta semana por debajo de los dos euros el litro.