Tensión Rusia Ucrania

Rusia concederá la nacionalidad a los ucranianos de Jersón y Zaporizhia

El Kremlin continúa emitiendo señales de que aspira a anexionarse a todos los territorios ucranianos ocupados por sus tropas

Soldados ucranianos sobre un vehículo militar en la ciudad de Severodonetsk, en la región del Donbás.

Soldados ucranianos sobre un vehículo militar en la ciudad de Severodonetsk, en la región del Donbás. / FADEL SENNA

El Periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La geografía corriente no considera a las provincias ucranianas de Jersón y Zaporizhia, en el sur del país, parte de la región del Donbás, en el este, donde los dirigentes y mandos militares rusos aseguran concentrar sus esfuerzos para lograr su completa "liberación". Pero el Kremlin continúa emitiendo señales que dan a entender que aspira a anexionarse estos territorios, que a la postre son los únicos donde sus tropas han logrado avances territoriales significativos desde el inicio de la guerra. El Kremlin ha publicado un decreto presidencial anunciando que facilitaría la entrega de pasaportes a los ciudadanos de estos territorios invadidos mediante un "procedimiento simplificado" de urgencia.

Esta medida presidencial ya se aplicaba, desde hace casi tres años, a los habitantes de Donetsk y Luhansk, las dos provincias del Donbás, y gracias a esta resolución, cientos de miles de habitantes han pasado a convertirse en ciudadanos de la Federación Rusa, un grupo al que se unirán próximamente los residentes en la demarcación de Zaporizhia, parcialmente bajo el control del invasor, y la de Jersón, ocupada en su totalidad por las tropas rusas. En este último territorio, las autoridades prorrusas instaladas por el Kremlin ya han anunciado su intención de poner en circulación el rublo, la divisa rusa, y eliminar por completo la hryvna para fin de año.

Kiev: "violación flagrante"

Como era de esperar, las autoridades ucranianas han clamado contra lo que consideran como una violación flagrante de su soberanía e integridad territorial. "La distribución forzada de pasaportes a los ucranianos en Jersón y Zaporizhia es una nueva prueba del objetivo criminal de la guerra de Rusia contra Ucrania", reza un comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores ruso. Según la ONU, cerca de un millón de ucranianos se han refugiado en Rusia, una cifra muy superior según Moscú. Debido a que una buena parte de los corredores humanitarios no han podido funcionar, es difícil saber qué porcentaje de este colectivo se halla en territorio ruso según su voluntad y cuántos ucranianos se han visto obligados a viajar a Rusia ante la imposibilidad de llegar al territorio bajo control del Gobierno de Kiev.

Entre tanto, en el extremo oriental del Donbás bajo control del Gobierno de Kiev, las fuerzas rusas continuaban con su ofensiva militar destinada a rodear a Lisichansk y Severodonetsk, las dos únicas ciudades de tamaño respetable de la provincia de Luhansk en manos ucranianas. Siguiendo a pies juntillas las nuevas tácticas de bombardear con intensidad una zona durante largo tiempo antes de proceder a su cauta ocupación por la infantería, la población de Severodonetsk se hallaba bajo un constante fuego de morteros, al tiempo que la única carretera de acceso permanecía abierta, aunque siendo bombardeada de forma constante, según las autoridades locales. "Toda la fuerza militar rusa restante está concentrada en el Donbás, los ocupantes quieren destruir todo allí", ha acusado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El principal temor del gobernador de Serhiy Gaidai, gobernador de la provincia de Luhansk, es que ambas poblaciones acaben convirtiéndose en un nuevo Mariúpol en el caso de que las tropas del Kremlin y sus aliados logren cerrar la tenaza en torno a ellas. Aunque la mayoría de la población civil ha huido, en los sótanos de ambas ciudades, separadas por un río, aún se encuentran miles de ciudadanos, sobre todo pensionistas y gente sin recursos que no tiene a dónde ir.