En la lista negra de EEUU

Alejandro Cao de Benós, buscado por el FBI: "No temo a nadie ni a nada"

El controvertido activista político, autoproclamado representante de Corea del Norte, rechaza las acusaciones que señalan que "conspiró" para ayudar a Piongyang a esquivar las sanciones mediante el uso de criptomonedas

Articulo de Ferran Monegal

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El Periódico

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"No tengo miedo a nadie ni a nada". Con estas palabras, Alejandro Cao de Benós rechazó ayer las acusaciones de "conspirar" para ayudar a Corea del Norte a sortear las sanciones económicas que han llevado al FBI a emitir una orden de búsqueda y captura contra el controvertido activista político originario de Tarragona.

En un directo en su canal de Twitch, el autoproclamado representante occidental del régimen subyugado por Kim Jong-un negó los cargos que se le achacan desde Estados Unidos. "Si se esperan que presionándome de esta forma o poniéndome en un cartel en la cantina me van a asustar, va a ser que no", señaló durante su retransmisión en la plataforma.

La justicia estadounidense avanzó a finales de abril que Cao de Benós se habría "supuestamente coordinado" con Piongyang para reclutar a un experto en criptomonedas que proporcionase asistencia al gobierno norcoreano para eludir las sanciones impuestas por Washington.

Eludir las sanciones

El FBI detalló ayer que el activista político catalán, presidente de la Asociación de Amistad con Corea del Norte, habría facilitado el viaje a Piongyang del estadounidense Virgil Griffith, quien el año pasado fue condenado a más de cinco años de cárcel y a una multa de 100.000 dólares tras declararse culpable de haber tratado de ayudar al régimen mediante el uso del Blockchain. La capital norcoreana acogió un congreso sobre el potencial de estas tecnologías descentralizadas.

Cao de Benós ha reiterado que le acusan "de algo falso" y que se encuentra en España, pues su pasaporte lleva seis años "retenido provisionalmente". En 2016, fue detenido por la Guardia Civil en el marco de una operación sobre tráfico de armas. En su casa se encontraron cuatro pistolas y 2.000 cartuchos compradas en el mercado negro. Su caso sigue en los juzgados.