En la lista negra

El FBI lanza una orden para detener a Alejandro Cao de Benós por "conspirar" a favor de Corea del Norte

La justicia de EEUU ya acusó al controvertido activista de Tarragona de ayudar al régimen de Pionyang a esquivar las sanciones a través del uso de criptomonedas

El inquietante poder del español más influyente de Corea del Norte

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Carles Planas Bou

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Estados Unidos estrecha el cerco sobre Alejandro Cao de Benós. El FBI ha lanzado este lunes una orden de búsqueda y captura contra el controvertido activista político, originario de Tarragona, acusándolo de "conspirar" para ayudar al régimen de Corea del Norte a esquivar las sanciones impuestas por Washington mediante el uso de criptomonedas.

La agencia de investigación criminal de EEUU ha añadido a Cao de Benós en su lista de los más buscados, señalando que habría trabajado junto a un ciudadano estadounidense para "proporcionar ilegalmente servicios de criptomonedas y tecnología Blockchain" al Gobierno de Piongyang, violando así la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA). El Blockchain permite crear una red descentralizada y privada que, a su vez, dificulta el rastreo de las autoridades. Así, el uso de estas herramientas estaría destinado a saltarse algunas de las sanciones internacionales que, desde hace años, asfixian la economía del país bajo el yugo de Kim Jong-un.

A finales de abril, la justicia de EEUU ya presentó cargos contra el enigmático Cao de Benós. En su acusación, el FBI señala que el presidente de la Asociación de Amistad con Corea del Norte "supuestamente coordinó la aprobación del Gobierno de Corea del Norte" para reclutar a un experto estadounidense en estos activos digitales para organizar la Conferencia de Blockchain y Criptomonedas de Pionyang, que tuvo lugar a principios de 2018. Desde ahí se habría proporcionado información a los asistentes sobre cómo sortear las sanciones.

Tecnología para impulsar al régimen

En la nota publicada hoy, el FBI facilita una descripción detallada del acusado, su lugar de residencia e incluso incluye los nombres coreanos con los que también es conocido: Cho Son Il y Jo Seon Il. Primer representante occidental del régimen norcoreano, aunque no oficial, Cao de Benós ha sido vinculado con un supuesto entramado internacional de tráfico de armas y de drogas, según relata el documental 'El infiltrado' (Mads Brügger, 2020).

Convertido en un estado paria, Corea del Norte ha recurrido a la tecnología y al crimen informático para mantenerse a flote. Así, a través de su grupo de ciberdelincuentes Lazarus, ha lanzado todo tipo de ataques, desde infiltrarse para robar criptomonedas a infectar los sistemas de empresas internacionales con virus para después cobrarles por su rescate. Este método de secuestro y extorsión digital habría aportado más de 2.000 millones de dólares a las arcas del Estado hasta 2019, según cálculos de la ONU. Entre 2020 y 2021 podrían haber robado otros 450 millones más. Con ese dinero se ha financiado parcialmente el programa de misiles de Pionyang.

Cao de Benós siempre ha rechazado las acusaciones. Ahora, ha acudido a las redes sociales para ironizar sobre la orden emitida por el FBI. "No sé por qué hoy todo el mundo me busca. Estoy en Jerusalén, al lado del Gólgota comiéndome un durum de falafel", ha escrito en Twitter. Se desconoce si ese es realmente su paradero.