Efectos del Brexit

El Reino Unido prepara legislación para modificar el Protocolo de Irlanda del Norte

Cinco claves para entender qué es el Protocolo de Irlanda del Norte

El gobierno de Boris Johnson pretende modificar unilateralmente el acuerdo aunque señala que prefiere renegociarlo con la Unión Europea

Boris Johnson vuelve a amenazar con romper el protocolo de Irlanda del Norte

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Begoña Arce

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El gobierno de Boris Johnson aumenta la presión sobre la Unión Europea (UE) para que acceda a renegociar algunos puntos del Protocolo de Irlanda del Norte. La ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, anunció el martes en la Cámara de los Comunes la intención del Ejecutivo de presentar una nueva legislación para modificar unilateralmente el Protocolo. Truss indicó que el polémico proyecto de ley estará listo “en las próximas semanas”, pero insistió en que el Reino Unido prefiere renegociar con Bruselas. La tramitación en todo caso llevará meses.

“No pretendemos eliminar el Protocolo. Reforzaremos aquellas partes que funcionan y modificaremos las que no, pero mantendremos una negociación paralela con nuestros socios de la UE”, señaló la ministra. Truss afirmó que “los trámites aduaneros para mover mercancías dentro del Reino Unido han provocado un aumento de burocracia y costes significativos para las empresas” y algunas de ellas han debido echar el cierre. “Sin resolver estos y otros asuntos no vamos a poder reestablecer el Ejecutivo y preservar el difícil progreso del Acuerdo de Viernes Santo”, afirmó.

Los miembros del Partido Unionista Democrático, se niegan a formar coalición de gobierno con el Sinn Féin hasta que no se modifique el Protocolo. Los republicanos, la fuerza más votada en la última elección, al igual que otros partidos políticos en la provincia, no quieren una escalada de tensión con la UE.

Guerra improbable

Truss aseguró que la nueva legislación en marcha no incumplirá la legalidad internacional, palabras recibidas con reticencia por los parlamentarios. El portavoz de Exteriores laborista, Stephen Doughty, le recordó que, “el Reino Unido debe mantener su palabra. El mundo nos está mirando y duda si hacer o no acuerdos con nosotros”.

Al ser preguntado, tras la intervención de la ministra, si el país puede permitirse el entrar en una guerra económica con la UE, Johnson consideró “improbable”, que eso ocurra, “pero tenemos que arreglar los problemas de la situación política en Irlanda del Norte”. El primer ministro también prefiere negociar una solución. “Nos encantaría hacerlo de una manera consensuada", pero “necesitamos proceder con una solución legislativa al mismo tiempo”.