Ucrania completa la evacuación de las mujeres, niños y ancianos de la siderúrgica de Mariúpol

El tormento ha terminado para muchos de los civiles atrapados en la gigantesca planta siderúrgica de Azovstal, el último reducto de resistencia ucraniana en Mariúpol. Las autoridades ucranianas han informado este sábado de que todas las mujeres, niños y ancianos que se refugiaban en los búnkeres subterráneos de la planta han sido evacuados, según ha informado la viceprimer ministra, Iryna Vereshcuk. Esta misma semana ya habían logrado salir de las instalaciones varias decenas de civiles, que fueron transportados en autobuses hasta una zona controlada por los ucranianos.

“Se ha cumplido la orden presidencial para evacuar a todas las mujeres, niños y ancianos de Azovstal. Esta parte de la operación humanitaria ha terminado", ha anunciado en su cuenta de Telegram la dirigente ucraniana. Horas antes, las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk, que colaboran con Rusia en el asedio a la ciudad, habían informado de la evacuación de medio centenar de civiles a lo largo de este sábado.

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La salida de los civiles de Azovstal llega tras varios días de intentos infructuosos para completar la evacuación, fraguada a raíz de un acuerdo entre Kiev y los militares rusos. Esta misma semana, las fuerzas ucranianas atrincheradas en los túneles subterráneos de la planta, acusaron a las tropas del Kremlin de incumplir su compromiso. “Hay duros y sangrientos enfrentamientos”, aseguró el capitán Sviatoslav Palamar, uno de los comandantes del batallón Azov en la planta.

Bombardeos constantes

“Nuevamente los rusos no han cumplido la promesa de alto el fuego ni han dado a los civiles que se esconden en los sótanos de la fábrica una oportunidad para refugiarse”. En Azovstal se cree que quedan todavía unos 2.000 militares ucranianos, por más que Vladímir Putin afirmara a finales del mes pasado que sus tropas controlan toda la ciudad portuaria.

Las condiciones en la planta siguen siendo drásticas. “Esta siendo bombardeada sin descanso”, dijo el jueves el asesor del alcalde de Mariúpol, Petro Andriushchenko. “Los últimos 11 kilómetros cuadrados de libertad en Mariúpol han quedado convertidos en un infierno”.