Escándalo

La Eurocámara ofrece a los eurodiputados revisar si sus móviles han sido espiados con Pegasus

El Parlamento Europeo lanza un nuevo servicio para que los miembros electos de la Cámara puedan verificar si sus aparatos están libres del programa espía Pegasus

La invitación se produce la misma semana en que The Citizens Lab de Toronto ha destapado el espionaje masivo a líderes independentistas catalanes, incluidos eurodiputados

Sesión en el Parlamento Europeo, el pasado 6 de abril en Estrasburgo.

Sesión en el Parlamento Europeo, el pasado 6 de abril en Estrasburgo. / RONALD WITTEK

Silvia Martinez

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El Parlamento Europeo ya se ha puesto manos a la obra para revisar los teléfonos móviles de los eurodiputados que lo deseen con el objetivo de comprobar si han sido espiados a través del programa informático Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group. A petición de la presidenta, Roberta Metsola, y del secretario general, Klaus Welle, los servicios informáticos de la Eurocámara han lanzado un nuevo servicio que ofrece la posibilidad a los 705 miembros de la cámara de "verificar sus teléfonos móviles en busca de posibles instalaciones de software espía Pegasus", explican en un correo electrónico remitido a los eurodiputados.

La comprobación, según han precisado, tendrá que realizarse en presencia del propietario del teléfono móvil y la inspección podrá realizarse tanto en la sede de la Eurocámara en Bruselas como en Estrasburgo, en el departamento informático o en su oficina. La duración del análisis inicial dependerá de la cantidad de datos almacenados en el teléfono. El proceso durará al menos media hora aunque dependiendo del resultado, podría ser necesario un "análisis de seguridad más detallado que requiera más tiempo", prosiguen en el mensaje. Se trata de proceso de control voluntario que responde a la creciente preocupación y la petición explícita lanzada el pasado martes durante la sesión de constitución de la comisión de investigación sobre el programa espía Pegasus. 

Aunque la comisión parlamentaria de investigación, que estará en marcha durante los próximos doce meses e investigará si se ha vulnerado la legislación de la UE, fue creada a raíz de las revelaciones de espionaje a políticos de la oposición y periodistas en Polonia y Hungría, el lanzamiento de la comisión investigadora ha coincidido esta semana con la publicación del presunto caso de espionaje destapado por Citizen Lab, de la Universidad de Toronto, sobre 67 líderes independentistas catalanes y que afectaría al menos a Diana Riba, elegida vicepresidenta segunda de la comisión de investigación, Jordi Solé, Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. Un hecho que ha disparado las alarmas entre los eurodiputados. "Creo que esta propuesta es muy útil y vamos a entrar en contacto con los servicios técnicos para ver cómo podemos organizarlo. No solo para los diputados sino también para el personal", explicaba el martes el recién elegido presidente de la comisión de investigación, el conservador holandés Jeroen Lenaers.

Solo para eurodiputados

De momento, según el equipo de la eurodiputada ecologista Saskia Bricmont solo los eurodiputados tendrán la opción de que sus teléfonos sean inspeccionados, para ver si han sido hackeados o espiados, aunque fuentes de la Eurocámara no descartan ampliar el examen en el futuro a los aparatos de asistentes y funcionarios. "Todavía no hay una decisión pero se discutirá en la próxima reunión de coordinadores", han explicado fuentes del Parlamento Europeo. Tanto la comisión como los coordinadores de los grupos políticos invitarán a la dirección general de innovación y apoyo tecnológico a que aporte su experiencia en este ámbito y la intención del Parlamento Europeo es incitar a todos los eurodiputados a que hagan examinar sus aparatos.

La preocupación sobre programas espías como Pegasus ha ido creciendo en los últimos meses. El eurodiputado socialista Javi López ya solicitó el pasado 2 de marzo al cuestor responsable en la cámara sobre cuestiones tecnológicas la creación de una unidad técnica dentro de los servicios informáticos u otra división a la que los eurodiputados y el personal de la Eurocámara pudieran acudir a revisar sus teléfonos móviles para examinar si han sido espiados. Por su parte, el Supervisor de Protección de Datos europeo llegó a pedir a mediados de febrero su prohibición porque supone una amenaza para el derecho a la privacidad y es muy difícil de detectar tanto en el sistema Apple como Google. "Pegasus representa un cambio de paradigma en cuanto al acceso a las comunicaciones y dispositivos privados que puede afectar a la esencia misma de nuestros derechos fundamentales, particularmente al derecho a la privacidad lo que convierte a su utilización en incompatible con nuestros valores democráticos" y por tanto "la prohibición de su desarrollo y despliegue en la UE sería la forma más efectiva de proteger nuestros derechos fundamentales y libertades", alertaba el supervisor.