Guerra de Ucrania

EEUU y Reino Unido boicotearán a Rusia en el G20

Yellen y Sunak, titulares de Economía, no asistirán a varias reuniones en protesta por la invasión de Ucrania

El reto de mantener la presión de Moscú dificulta la necesaria respuesta global a las crisis desatadas por el conflicto

FILE PHOTO: Biden signs Postal Service Reform Act in Washington

FILE PHOTO: Biden signs Postal Service Reform Act in Washington / KEVIN LAMARQUE

Idoya Noain

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La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen y el ministro de Finanzas de Reino Unido, Rishi Sunak van a boicotear este miércoles varias reuniones del G-20 en Washington en las que participa virtualmente su homólogo de Rusia para protestar la invasión de Ucrania.

El gesto tiene peso simbólico y ejemplifica el esfuerzo por intensificar la presión sobre Moscú y los esfuerzos por aislar a Vladimir Putin. A la vez, plantea retos, especialmente dado que en las sesiones, que componen la primera reunión del G20 desde que empezó la guerra y llegan en el marco de la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, se deben buscar también respuestas globales y coordinadas a las crisis económicas y alimentarias que ha disparado el conflicto, de las que este mismo martes alertaba el FMI.

La campaña de presión es compleja. Buena parte de los países del G20, el grupo del que Washington ha pedido que se expulse a Rusia, están unidos en la condena a Moscú y en la aplicación de sanciones, aunque divergencias en esos castigos subrayan también el distinto grado de los lazos económicos con Rusia y la dependencia, especialmente en Europa oriental, en el terreno energético. Hay, no obstante, miembros del G-20 como China, y las democracias de India, Brasil y Suráfrica, que no se han sumado a la campaña de castigos.

Algunas voces han cuestionado que sea acertada la decisión de Yellen, que sí asistirá a la sesión de apertura del G20 para mostrar apoyo al ministro de finanzas de Ucrania, que se ha trasladado a Washington. La ha tildado de “error”, por ejemplo, Ariel Cohen, del Centro Eurasia del Consejo Atlántico, que le ha dicho a 'The Washington Post' que “participar en cualquier foro en el que se puede articular la posición es mejor que ceder territorio o el campo de batalla a Rusia”.

Videoconferencia de Biden

La Administración de Joe Biden, en cualquier caso, sigue tratando de articular el castigo y la presión. Este martes el presidente estadounidense ha mantenido una videoconferencia de casi hora y media con sus homólogos de Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Italia, Rumanía y Polonia, así como con los líderes de la Unión Europea Ursula von del Leyen y Charles Michel, y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En esa sesión se ha reiterado también el compromiso para seguir prestando apoyo humanitario, económico y de seguridad a Ucrania.

También en ese último aspecto hay divergencias. Alemania, por ejemplo, sigue reticente a responder a las demandas ucranias de armamento pesado. Washington, que recientemente aprobó un nueve paquete de 800 millones de dólares, que eleva hasta 2.600 la ayuda destinada a Ucrania, ha enviado en los últimos días a Europa cinco vuelos llenos de material militar que se repartirán en el país invadido. En ese cargamento por primera vez se incluyen sistemas de de artillería pesada, concretamente 18 cañones Howitzer, en cuyo manejo el ejército estadounidense va a ofrecer formación a los ucranios, entrenando fuera de Ucrania a personas que luego repetirán la formación dentro del país. También hay vehículos blindados y 40.000 rondas de munición.