Crisis Rusia-Ucrania

Las tropas rusas, a punto de conquistar Mariúpol

Guerra en Ucrania: última hora de la invasión rusa

REPORTAJE MULTIMEDIA | Resumen de 50 días de crímenes

Los soldados de la 36 Brigada de Marines ucraniana está rodeada en un distrito industrial, a punto de quedarse sin munición

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La suerte de Mariúpol está echada, y ya solo quedan unas pequeñas bolsas de resistencia ucraniana en el distrito industrial de Azovstal. El Ejército de Rusia ha informado que un millar de marines ucranianos se habían rendido, mientras que la parte ucraniana solo hablaba de violentos combates en este punto de la ciudad, sin confirmar la eventual capitulación. La captura de esta ciudad portuaria ofrece la primera gran victoria al Kremlin desde el inicio de la ofensiva. Se trata de la primera ciudad ucraniana de importancia en caer en su manos, consigue establecer ese corredor terrestre, tan ansiado por Moscú, entre la anexionada península de Crimea y las dos autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Donbás, y permite a las tropas del Kremlin consolidar sus líneas ante la inminente ofensiva militar en el este del país.

En tono de satisfacción, el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que "1.026 soldados de la 36 Brigada de Marines ucraniana han entregado sus armas y se han rendido". Lo último que se supo de esta unidad militar se remonta al pasado lunes, cuando se anunció que sus efectivos se preparaban para "la batalla final" de Mariúpol, que acabaría en aniquilación o captura, ya que se estaban quedando sin municiones.

Desde Kiev, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha rendido un sentido homenaje a los militares que durante más de cinco semanas han afrontado al ocupante. "Hemos destruido más armas y equipamiento de los que cuentan muchos ejércitos en Europa, pero eso no es suficiente", ha declarado en un vídeo difundido en una red social, reiterando de nuevo un llamamiento a los países occidentales a enviar tanques, aviones de combate y sistemas de misiles. El alcalde de Mariúpol, Vadim Boychenko, asegura que un total de 20.000 personas han perdido la vida durante los combates por el control de la ciudad y acusa a las tropas rusas de haber deportado hacia territorio controlado por sus fuerzas a entre 20.000 y 30.000 civiles contra su voluntad. Además, decenas de miles de personas esperan aún ser evacuadas de la ciudad.

Morgues en Dnipro

En las morgues de Dnipro, una localidad que hasta el momento ha permanecido relativamente tranquila y que sirve como retaguardia al bando ucraniano que lucha en los frentes de Járkov y el sur, yacen los cadáveres de 1.500 soldados rusos que nadie los está reclamando. "Nadie ha venido a recuperarlos", ha destacado el vicealcalde de la ciudad, Mijail Lissenko.

En una entrevista reciente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha admitido que su país estaba sufriendo, en la campaña ucraniana, "pérdidas significativas", que no llegó a cifrar en ningún momento, llegándolas a calificar de "gran tragedia". Pese a esta sorprendente admisión, realizada solo ante un medio extranjero, la censura más estricta se sigue aplicando en el interior de Rusia, un país en el que constituye un delito la simple difusión de informaciones de bajas militares no confirmadas oficialmente.