Los vínculos de Le Pen y Putin que la ultraderechista trata de ocultar

Marine Le Pen ha sido una admiradora declarada del presidente de Rusia, aunque desde que el pasado 24 de febrero Moscú iniciara la invasión de Ucrania, la ultraderechista ha tratado de ocultar los vínculos entre ambos. Aún así, sus simpatías con el presidente ruso, Vladímir Putin, parecen no haberle pasado factura electoral a pesar de la invasión rusa de Ucrania. Le Pen volverá a enfrentarse al actual presidente francés, Emmanuel Macron, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. La líder del partido Reagrupación Nacional se ha superado a sí misma en porcentaje de votos respecto a los resultados de la primera vuelta de 2017 (23,4% en 2022, por los 22,07% de 2017).

Esta relación entre Le Pen y Putin se remonta al año 2014, cuando la candidata del entonces denominado Frente Nacional (partido fundado por su padre, Jean-Marie Le Pen) tuvo que recurrir a un banco ruso vinculado al Kremlin para financiar su campaña a las elecciones municipales. En concreto, la entidad bancaria First Czech Russian Bank (FCRB) -entonces con sede en Moscú y ahora cerrada- aportó 9 millones de euros a la formación ultraderechista.

Tras recibir dicha financiación, ese año -en el mes de marzo- la Federación Rusa firmó un tratado por el que se anexionaba unilateralmente la península de Crimea -territorio que pertenecía a Ucrania-. La comunidad internacional -entre ellos la Unión Europea- no reconoció la unión e impuso sanciones a Rusia.

Encuentro con Putin

No obstante, Le Pen sí apoyó la anexión rusa de Crimea y afirmó estar "absolutamente en desacuerdo con que haya sido una anexión ilegal". "Se celebró un referéndum y los residentes de Crimea eligieron volver a unirse a Rusia", argumentó en una entrevista la ultraderechista.

Varios años después, en 2017, Le Pen viajó a Moscú para reunirse con Putin en el Kremlin en medio de su campaña para las presidenciales francesas de ese año. En ese encuentro con Putin -uno de los pocos líderes mundiales que la recibió, junto con los presidentes del Líbano y Chad- Le Pen aseguró que “en los últimos años ha emergido un nuevo mundo". "Es el mundo de Vladímir Putin, el mundo de Donald Trump en Estados Unidos, el de [Narendra] Modi en la India", apuntó.

Asimismo, en la reunión, en la que se hicieron públicas varias fotos entre ambos, Le Pen reiteró su apoyo a la anexión a Crimea y mostró su oposición a las medidas contra Rusia que impuso la Unión Europea. De hecho, le dijo al presidente ruso que "contemplaría levantar las sanciones con bastante rapidez" si fuera elegida presidenta en Francia. Tras varias declaraciones en favor de Rusia respecto a Crimea, Ucrania anunció que prohibiría a Le Pen entrar en el país.

Cambios tras la guerra de Ucrania

No obstante, las tornas han cambiado con la invasión rusa a Ucrania a finales de febrero y Le Pen ha tratado de ocultar todos estos vínculos. De hecho, llegó a eliminar los folletos de la campaña a las presidenciales francesas porque aparecía una foto suya con Putin, tomada en su reunión en el Kremlin en 2017.

En este sentido, con la guerra de Ucrania, la ultraderechista ha defendido una posición "moderada" en el conflicto y, aunque aseguró que en la actual crisis bélica "no es todo blanco o negro", ha añadido que su intención siempre ha sido condenar la invasión de Ucrania "de la forma más clara posible", puesto que se trata de una agresión armada "inadmisible".

A pesar de que esta vez sí se ha mostrado a favor de las sanciones impuestas a Rusia, Le Pen se ha posicionado en contra de un embargo a las materias primas, pues considera que tendría "consecuencias nefastas para los franceses y para el mundo".

El viraje de Le Pen

Aunque ha querido distanciarse de Rusia en la guerra, Le Pen también ha expresado que para obtener una desescalada en el conflicto bélico, Ucrania debe hacer concesiones a las reivindicaciones demandadas por Moscú, como renunciar a entrar en la OTAN.

Asimismo, la candidata de ultra derecha también ha cambiado su posición respecto a la llegada de refugiados. En concreto, tras la toma de Afganistán por parte de los talibanes y la huida del país por parte de muchas personas, Le Pen propuso crear ciudades de asilo en los países limítrofes, pues consideraba que acogerlos en Francia sería "una catástrofe". No obstante, con la guerra de Ucrania Le Pen ha respaldado que Francia abriese los brazos a todos los ucranianos que huían de su país.

Por tanto, queda patente que la invasión rusa de Ucrania ha provocado un viraje en las declaraciones de Le Pen, que ha pasado de elogiar sin pudor al autócrata Putin a tratar de eliminar sus vínculos con el Kremlin del imaginario colectivo para no salir perjudicada.

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