Cita con las urnas

Víktor Orbán se perfila como el ganador de las elecciones en Hungría

La oposición denuncia irregularidades durante la campaña y asegura que no se han dado condiciones democráticas

Viktor Orbán se juega la reelección: 5 claves de las elecciones de Hungría

Viktor Orban deposita su voto en una urna electoral.

Viktor Orban deposita su voto en una urna electoral. / EP

Andreu Jerez

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El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista y ultraconservador Víktor Orbán, seguirá al frente del país. Al cierre de esta edición, y con el 36% del voto escrutado, el oficialismo había recibido el 58% de los sufragios frente al 30% de la principal coalición opositora en las elecciones legislativas celebradas este domingo en el país centroeuropeo. 

Según un sondeo dado a conocer a última hora por el instituto demoscópico Median, el partido de Orbán, Fidesz, habría sumado el 49% de los votos. La coalición opositora Unidos por Hungría se quedaría en el 41% de los votos y, por tanto, bastante lejos de poder disputar la victoria al oficialismo. Median difundió la proyección tras el cierre de las urnas a las siete de la tarde. A la espera de resultados oficiales definitivos, la ventaja proyectada será suficiente para que Orbán pueda dirigir el país por cuarto mandato consecutivo y por quinta vez en su vida. El líder de Fidesz gobierna ininterrumpidamente desde 2010, y ya había sido primer ministro entre 1998 y 2002.

La coalición opositora –conformada por seis partidos que van desde la izquierda hasta la derecha radical, pasando por verdes y liberales –llegó a estar empatada con la formación de Orbán en las encuestas electorales hasta que comenzó la invasión rusa de la vecina Ucrania: tal y como apuntaron diversos analistas antes de la cita con las urnas, la guerra parece haber dado un bono electoral al primer ministro húngaro, que se ha presentado las últimas semanas como el garante de la estabilidad y la paz en un contexto de tremenda incerteza internacional.

“No hay democracia”

“En Hungría no ha democracia. No hay elecciones libres y justas, independientemente de los resultados de hoy”, ha dicho el líder de la coalición opositora, Péter Márki-Zay, tras votar este domingo. Márki-Zay, alcalde de la localidad de Hódmezõvásárhely, ha denunciado constantemente durante la campaña el acoso que medios públicos y privados han protagonizado contra su alianza opositora. Este político de corte conservador ha planteado las elecciones parlamentarias como tal vez la última oportunidad para sacar al país de la deriva autoritaria en la que Orbán ha sumido a Hungría a lo largo de los últimos 12 años en un modelo bautizado por él mismo como “democracia iliberal”. “Estamos luchando por la decencia, la independencia del poder judicial y el estado de derecho”, ha dicho Márki-Zay.

Las duras denuncias de su rival no han sacado, sin embargo, al primer ministro Orbán de su guion: el oficialismo insiste en acusar a la oposición de ser incapaz de calibrar la gravedad del momento que vive Europa. “Las guerras nunca acaban como la gente que las inició creen que lo harán. Siempre conllevan un riesgo mucho mayor. Y hay una guerra en nuestra región entre dos grandes países. Es muy peligrosa y debemos mantenernos fuera de ella. En mi opinión, nuestros rivales políticos no sienten la seriedad del momento y quieren dar pasos que podría empujar a Hungría a ese conflicto. Y ello sería tráfico para Hungría”, ha dicho Orbán tras depositar su voto en Budapest.

Guerra en Ucrania

La guerra en Ucrania ha sido clave en estas elecciones. El gobierno de Orbán no ha vetado las sanciones contra Rusia aprobadas en el seno de la Unión Europea, pero el primer ministro húngaro ha evitado las críticas directas al presidente ruso, Vladímir Putin, con quien comparte ciertas posiciones. Ello, sumado a la enorme dependencia energética de Hungría respecto a Rusia, ha provocado que Orbán se oponga al envío de armas al Gobierno ucraniano y a dejar que armamento cruce Hungría en dirección al país vecino.

Desde Kiev, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no escondió sus críticas a Orbán en la víspera de las elecciones en Hungría. “Es virtualmente el único en Europa que apoya abiertamente a Putin”, dijo Zelenski en una alocución el sábado. “Putin no se presenta a las elecciones húngaras, así que no voy ocuparme de esta cuestión hoy”, ha respondido Orbán desde Budapest tras ser preguntado repetidamente sobre sus lazos con el Kremlin.

Misión de la OSCE

Más de 200 observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa han acompañado el proceso electoral húngaro y la campaña previa, en una misión poco habitual en un país de la UE.

Un informe preliminar de la misión de la OSCE ya denunció deficiencias en la campaña, como, por ejemplo, que la administración estatal trabaje a favor del partido oficialista o que los medios públicos y privados tomen sistemáticamente partido a favor del partido de Orbán. No es la primera vez que la OSCE hace estas críticas al modelo húngaro: observadores de la organización internacional ya calificaron las elecciones de 2014 y 2018 como “libres, pero no limpias”.