Guerra de Ucrania

Rusia bombardea Cherníhiv y afirma que no hay nada "prometedor" en el diálogo con Ucrania

La invasión rusa, en directo

Lavrov visita China por primera vez desde el inicio de la guerra

Un hotel afectado por los bombardeos rusos en el centro de Chernígov.

Un hotel afectado por los bombardeos rusos en el centro de Chernígov. / OLEH HOLAVATENKO

France Presse

France Presse

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los ataques rusos han continuado este miércoles en distintos frente de Ucrania lo que desdice el anuncio hecho el martes por Moscú de que iba a reducir "drásticamente" su actividad militar en la castigada Cherníhiv y en Kiev, ciudades que hoy han sido precisamente los principales blancos de los bombardeos, según las autoridades ucranianas.

 Las bombas de la artillería y de los aviones de combate rusos han caído durante toda la noche sobre Chernígiv, situada al norte del país, según ha informado el gobernador de la región, Viacheslav Chaus en su cuenta de Telegram. “Ningún edificio militar ha sido blanco de los bombardeos, solo infrestrucutas civiles”, ha dicho.

Chaus ha recordado que en Cherníhiv, que contaba con 280.000 habitantes antes de la guerra, está sin luz ni agua. También se ha quedado "sin comunicaciones y ya no podemos repararlas", ha agregado tras precisar que también se han registrado ataques en la localidad de Nizhyn, en la misma región. Después de la sitiada Mariúpol en el sur, Cherníhiv es la ciudad más duramente afectada por los bombardeos desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

Por su lado, el gobernador de la región de Kiev, Olazander Pavliuk, ha dicho que “los rusos han bombardeado 30 veces zonas habitadas e  infraestructuras civiles en las últimas 24 horas”, siendo las zonas del norte de la capital las más afectadas, como Bucha, Irpin, Vyshgorod, Brovary.

Almacenes de combustible

El parte militar ruso indica hoy que sus proyectiles han destruido dos almacenes de armas del Ejército de Ucrania en la provincia de Donetsk, en el este del país. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha indicado que en los ataques se han utilizado misiles 'Iskander' y que durante las últimas 24 horas también han sido destruidos varios almacenes de combustible en la región del Donbás. Konashenkov ha destacado que durante el último día las Fuerzas Armadas rusas han destruido un total de 64 instalaciones militares en Ucrania, incluida una sede de las fuerzas de operaciones especiales en Mikolaiv, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.

Las autoridades ucranianas se han mostrado muy escépticas con el anuncio ruso de reducir la ofensiva y más tras los ataques de hoy. “Los ucranianos no son personas ingenuas”, ha afirmado presidente Volodímir Zelenski en un discurso de video durante la noche. El mandatario ha afirmado que las señales iniciales de las conversaciones de paz eran "positivas", pero ha agregado que no "han apagado" las explosiones de los proyectiles rusos. Los máximos dirigentes de Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia han instado a Occidente a no bajar la guardia contra Rusia.

Bombas de racimo

A la desconfianza sobre la desescalada rusa se ha unido hoy las declaraciones del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que ha dicho no ver "avances" en las negociaciones entabladas el martes en Estambul y cuyos resultados generaron expectativas. "Por el momento, no podemos informar de nada muy prometedor o de un avance. Hay mucho trabajo por hacer", ha dicho.

Por otro lado, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha denunciado hoy que las fuerzas armadas rusas han usado en al menos 24 ocasiones bombas de racimo, prohibidas por la ley internacional, contra áreas pobladas de Ucrania en las cinco semanas transcurridas desde el inicio de la guerra. La Convención sobre Municiones en Racimo, en vigor desde 2010, prohíbe el uso, desarrollo, fabricación y adquisición de este armamento debido a su impacto indiscriminado entre los civiles, aunque potencias como Rusia, Estados Unidos o China aún no lo han ratificado.