Conversación por videoconferencia

Biden advierte a Xi sobre "consecuencias" si China da apoyo material a Rusia en Ucrania

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El presidente chino responde con un mensaje contra las sanciones y pide conversaciones de los aliados con Moscú

Joe Biden habla con el Xi Jinping, en una imagen de noviembre del 2021

Joe Biden habla con el Xi Jinping, en una imagen de noviembre del 2021 / AFP / MANDEL NGAN

Idoya Noain

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23 días después de que Rusia iniciara la guerra en Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, han mantenido una videoconferencia para abordar la crisis. En la esperada conversación, que ha durado poco menos de dos horas, el presidente estadounidense ha "descrito" a su homólogo chino las "implicaciones y consecuencias si China da apoyo material a Rusia" en sus "brutales ataques contra ciudades y civiles de Ucrania" según ha explicado el breve comunicado de la Casa Blanca sobre la llamada.

Es una advertencia que ya había adelantado la víspera el secretario de Estado, Anthony Blinken, pero la Administración estadounidense no ha detallado públicamente qué exactamente desataría sanciones a Pekín ni en que consistirían esos castigos. Washington cree que Rusia ha pedido ayuda militar a China, pero tanto el Kremlin como Pekín han negado que se haya producido esa solicitud. EEUU teme también que China pueda prestar ayuda económica a Moscú para sortear las sanciones internacionales o aliviar su impacto económico.

El resumen oficial de Estados Unidos sobre la llamada ha llegado más de tres horas y media después de que concluyera esa conversación, de la que China ha dado una versión mucho antes y también mucho más extensa, en la que ha abordado múltiples aspectos de la relación bilateral por los que Washington solo ha pasado de puntillas en su descripción de la charla. Respecto al conflicto, Xi ha puesto precisamente uno de sus focos en la denuncia de "sanciones de gran alcance e indiscriminadas". "Si se escalan más, pueden provocar serias crisis en la economía global y en comercio, finanzas, energía, alimentos y cadenas industriales y de suministro" , ha advertido el presidente chino, que ha avisado de que provocarían "pérdidas irrevocables".

Tensión y desconfianza

La conversación, primera entre los dos líderes desde que el 15 de noviembre mantuvieron también de forma virtual un encuentro de casi cuatro horas, ha sido descrita como "sincera y en profundidad" por China, que ha asegurado que fue solicitada por Biden, y como "franca" por EEUU. Llega, en cualquier caso, cuando el conflicto en Ucrania ha sumado hostilidad a la ya tensa relación entre las dos potencias y conforme crece la desconfianza de Washington hacia Pekín, que aún no ha condenado la invasión rusa de Ucrania y es el principal aliado del Kremlin. Xi y Vladimir Putin declararon una amistad "sin límites" en un comunicado conjunto que emitieron tras un encuentro que mantuvieron el 4 de febrero.

Según han contado fuentes de la Administración a la prensa estadounidense tras la llamada, Biden también ha abordado en su diálogo con Xi algo que no se menciona en el comunicado: la preocupación porque China se esté haciendo eco de la desinformación que Rusia está propagando sobre supuestos programas de armas biológicas en Ucrania apoyados por EEUU, un tema que Washington cree que Moscú podría utilizar como excusa para usar ese tipo de armamento en una operación de "falsa bandera".

Ecos de Rusia

Si la Casa Blanca buscaba alguna señal de que Xi podría usar su influencia con Putin para que ponga fin a la agresión en Ucrania, o si se lo ha solicitado directamente, de momento no ha trascendido, al menos públicamente. Aunque el líder chino le ha dicho a Biden que "China no quiere ver exacerbarse la situación en Ucrania" y ha asegurado que su país "defiende la paz y se opone a la guerra", su comunicado está salpicado de mensajes en los que Pekín vuelve a hacerse eco de las justificaciones rusas para la intervención, enmarcándola como un asunto de defensa de su seguridad ante la expansión de la OTAN.

Aunque tanto Biden como Xi han realizado una llamada a la salida diplomática de la crisis, las divergencias entre las dos potencias son evidentes. Y el presidente chino, por ejemplo, ha llamado a que "EEUU y la OTAN tengan también un diálogo con Rusia para lidiar con el punto crucial de la crisis de Ucrania y alivien las preocupaciones de seguridad tanto de Rusia como de Ucrania".

"Una solución duradera sería que los principales países se respetaran mutuamente, rechazaran la mentalidad de la guerra fría, evitaran la confrontación de bloques y construyeran paso a paso una arquitectura de seguridad equilibrada, efectiva y sostenible para la región y el mundo", ha dicho Xi.

Árbitro neutral y líder global

El mensaje que ha lanzado el líder chino ratifica su objetivo de presentar a su país no solo como un árbitro neutral ante esta guerra sino, especialmente, de realizar el difícil equilibrio entre la causa común que está haciendo con Rusia y el asentamiento de su imagen y papel de líder mundial responsable.

Respecto a la relación bilateral con EEUU, Xi ha reconocido que "ha habido y seguirá habiendo diferencias entre China y EEUU" pero ha asegurado que "lo que importa es que mantengamos esas diferencias bajo control. Una relación creciente estable interesa a las dos partes", ha dicho el mandatario. El líder chino también ha destacado que "EEUU no apoya la 'independencia de Taiwán' y no tiene intención de buscar un conflicto con China". La Casa Blanca, mientras, ha explicado que Biden "ha reiterado que la política de EEUU hacia Taiwán no ha cambiado y ha enfatizado que EEUU sigue oponiéndose a cualquier cambio unilateral al status quo".

Sombras y ambiguedades

Washington está descolocado ante la posición de China respecto al conflicto, que consideran ambigua y contradictoria según cables diplomáticos a los que ha tenido acceso la agencia Bloomberg. De esas comunicaciones transpira que desconocen las verdaderas intenciones de Pekín, aunque se estima también que podría ver guerra como una oportunidad para explotar la creciente económica dependencia de Rusia. Poco antes de la invasión de Ucrania se firmó un acuerdo por el que Pekín comprará gas y petróleo ruso por valor de 117.500 millones de dólares.

El jueves el Pentágono emitió un análisis de valoración sobre amenazas globales en el que aseguró que “China está gestionando estrechamente su mensaje sobre el conflicto, por lo general apoyando la caracterización rusa como un conflicto causado por la expansión de la OTAN impulsada por EEUU y por el desdén por los intereses de seguridad rusos”. “Pekín posiblemente sea reticente a apoyar plenamente a Rusia para preservar sus propias relaciones económicas con Europa y EEUU”, aseguraba el documento, que aseguraba que “sin duda China también está observando atentamente cómo se está llevando la campaña rusa y cómo se desarrolla el combate contra determinada resistencia”.