Alerta máxima

Stoltenberg: "La OTAN tiene la responsabilidad de que esta crisis no escale más allá de Ucrania"

La guerra de Rusia y Ucrania, en directo

Zelenski se resigna a que Ucrania no entre en la OTAN

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa. / JOHANNA GERON / POOL

Silvia Martinez

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Miles de soldados, aviones y barcos están en máxima alerta en el flanco este de la OTAN, a lo que se se suma el despliegue de baterías Patriot en Polonia y Eslovaquia. Una nueva realidad de seguridad provocada por la invasión rusa de Ucrania y su integración militar con Bielorrusia, que obligan a los 30 países de la Alianza Atlántica a replantearse su estrategia de defensa a largo plazo y a reforzarla de forma permanente con más tropas, capacidades y ejercicios militares. Es lo que han decidido este miércoles los ministros de defensa aliados en un encuentro extraordinario convocado por el secretario general, Jens Stoltenberg, para hacer balance de la “brutal invasión rusa de Ucrania” que ha cambiado y cambiará el escenario de seguridad en el continente.

“Nos enfrentamos a una nueva realidad para nuestra seguridad. Así que debemos reajustar nuestra defensa colectiva y la disuasión a largo plazo. Hoy hemos encargado a nuestros mandos militares que desarrollen opciones en todos los ámbitos: tierra, aire, mar, ciberespacio y espacio”, ha explicado el líder de la Alianza sobre el encargo realizado a los comandantes militares con vistas a aprobar los nuevos planes en la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la alianza que se celebrará en junio en Madrid. El refuerzo del bando aliados no es nuevo. Cientos de miles de soldados aliados ya están en máxima alerta en Europa. Estados Unidos mantiene desplegados 100.000 soldados estadounidenses en el continente y 40.000 están bajo el mando directo de la OTAN, mayoritariamente en el flanco oriental de la Alianza, respaldados por fuerzas navales y aéreas.

La idea, a la luz de la invasión de Ucrania y la nueva arquitectura de seguridad, es dar un paso más reforzando la presencia en tierra con un “número sustancialmente mayor” de tropas en la parte oriental, con mayor disponibilidad, más equipos y suministros. También en el aire, con una mayor potencia aérea aliada y el refuerzo de la defensa aérea y antimisiles integrada, así como en el mar, con grupos de ataque de portaviones, submarinos y buques de combate desplegados de forma permanente, sin olvidar el ámbito de la ciberdefensa. A todo esto se debería de sumar, según ha defendido Stoltenberg, “más entrenamientos, más ejercicios militares y con mayor frecuencia”. Una respuesta militar y de disuasión que, según ha recordado, requerirá un aumento del gasto en defensa y seguridad hasta al menos del 2% del Producto Interior Bruto.

Más armas para Ucrania

Stoltenberg ha hecho estas declaraciones tras una reunión ministerial a la que han acudido los ministros de defensa de Finlandia, Suecia, Georgia así como, por videoconferencia, el ucraniano Oleksii Reznikov, a quien han vuelto a prometer ayuda militar para seguir resistiendo al ataque de Rusia, y reforzar su posición negociadora frente a Vladimir Putin, con equipamiento avanzado, sistemas de defensa aérea, armas antitanque y muchos otros tipos de apoyo, pero sin la zona de exclusión aérea reclamada por el presidente Volodimir Zelenski ni el despliegue de tropas terrestres aliadas en Ucrania.

“Vemos muerte, vemos destrucción, vemos sufrimiento humano en Ucrania. Pero esto puede llegar a ser aún peor si la OTAN tomara medidas que realmente convirtieran esto en una guerra total entre la OTAN y Rusia”, ha avisado Stoltenberg insistiendo en que “la OTAN tiene la responsabilidad de garantizar que este conflicto, esta guerra, no se intensifique más allá de Ucrania”.

En cuanto a la posible renuncia de Zelenski a incorporar a su país a la OTAN, Stoltenberg ha respondido que el mensaje a Ucrania es el mismo que desde hace años. “Ucrania es una nación soberana e independiente. Tiene su propio derecho a elegir su camino, y respetamos las decisiones tomadas por el gobierno democrático elegido por Ucrania. Así que son ellos los que deben decidir si aspiran a entrar en la OTAN o no. Y luego son los 30 aliados los que deben decidir sobre esa cuestión. Rusia no puede vetar este proceso”, ha dicho.

El máximo responsable aliado tampoco ha querido especular si ve a Putin perdiendo la guerra. "Creo que deberíamos tener cuidado al especular demasiado. Lo que hemos visto es la fuerza, el valor y las capacidades de las fuerzas armadas ucranianas, que han impresionado al mundo entero" pero "al mismo tiempo, Rusia sigue siendo una potencia militar formidable. Tienen muchos tipos de armas, y es demasiado pronto para especular sobre el resultado. Lo que necesitamos es que Rusia detenga la guerra, que el presidente Putin retire sus tropas y después encontrar una solución política". De momento, lo que sí ha conseguido, ha advertido, es lo contrario de lo que pretendía. "Rusia quería menos presencia de fuerzas de la OTAN en su frontera y va a tener más".