Guerra en Ucrania

El tormento de Ucrania: la muerte de civiles aumenta “el doble de rápido que en Siria”

El recrudecimiento de la estrategia militar de Putin en Ucrania dispara las bajas entre la población

Varias personas llevan a un anciano en una camilla durante una evacuación en Irpin.

Varias personas llevan a un anciano en una camilla durante una evacuación en Irpin. / Reuters

Mario Saavedra

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¿Cuántos muertos civiles está produciendo la invasión rusa de Ucrania? La ‘niebla de la guerra’, como se llama a la confusión propia de los conflictos bélicos, impide dar una cifra con seguridad por el momento. Ciudades en el frente de batalla, como Mariúpol, están prácticamente incomunicadas. El Gobierno de Ucrania dice que solo en esa localidad costera han fallecido 2.500 civiles. Se están produciendo tantas muertes y con tanta velocidad que los cuerpos son enterrados en fosas comunes; también en la ciudad de Bucha o en Chernígov, cerca de Kiev. 

Aunque se desconoce el total de no militares fallecidos en estos 18 días de invasión, sí se sabe que la cifra está creciendo muy rápido. “Es increíble el ritmo al que aumenta la intensidad del conflicto; me sorprende a pesar de que llevo 20 años en este sector y he estado en muchas zonas de crisis”, asegura Beatrice Godefroy, directora del Centro para los Civiles en Conflicto (CIVIC) en Europa. “He hablado con organizaciones que se dedican al conteo de víctimas y me dicen que están teniendo que adaptar su metodología de verificación porque todo va muy rápido. Dicen que los números probablemente doblan los de los días más mortíferos de la guerra de Irak o Siria, por la intensidad de las batallas y por la multiplicidad de localidades atacadas”, asegura. 

En Siria se estima que han muerto más de 350.000 civiles, según Naciones Unidas, en una década de guerra. En el peor año, 2013, unos 22.000. Es decir, en tres semanas de la guerra en Siria murieron de media unos 1.200 civiles. Es la mitad de los fallecidos solo en la localidad de Mariúpol, si las cifras del Gobierno ucraniano son correctas.

“En Ucrania está empezando a emerger una foto que muestra un daño extremo a la población, incluso teniendo en cuenta la información fragmentada de que se dispone”, subraya a este diario Emily Tripp, jefa de investigación de la organización de conteo de bajas civiles en conflictos Airwars, de la Universidad de Londres. 

Escalada militar, objetivos civiles

En los primeros días de la guerra, la mayoría de los muertos no militares eran “daños colaterales, sobre todo de misiles que caían donde no debían”, cuenta Godefroy. Al cabo de un par de días, cuando Vladímir Putin se dio cuenta de que el “golpe rápido” militar no iba a funcionar, empezó a endurecer la estrategia. Comenzaron las muertes por lo que en el argot se conoce como “ataques indiscriminados” en zonas densamente pobladas: no se carga contra los civiles, pero las embestidas son tan descontroladas y con armamento tan letal que mueren igual. 

Ante la dura resistencia ucraniana, Moscú ha subido al tercer peldaño en la escalada: las infraestructuras civiles se han convertido en “objetivo primario”. La maternidad de Mariúpol, el psiquiátrico de Járkov u otros 22 centros sanitarios atacados, o la central nuclear de Zaporiyia, son algunos ejemplos [ver tabla de algunos ataques mortíferos al final de este artículo].

El CIVIC ha estado monitorizando los incidentes que involucran a civiles desde la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero: Mariúpol, Kiev, Uman, Vuhledar y Járkov…  En un informe concluye que “los civiles se han convertido en un objetivo prioritario de las Fuerzas Armadas rusas tras la invasión de Ucrania”. 

“Rusia está usando armas de alto impacto sobre zonas densamente pobladas en las que es imposible distinguir entre objetivos civiles y militares, por ejemplo lanzaderas multimisiles (MLRS en sus siglas en inglés) y las bombas de racimo”, explica Godefroy. 

La cifra de bajas civiles se está viendo incrementada también porque el país está recibiendo ataques en muchos puntos a la vez, porque el ritmo de las operaciones militares es muy rápido y porque la estrategia está girando hacia modos más letales. “Tememos que, a medida que pase el tiempo, se usen armas y tácticas cada vez más dañinas”. 

CIVIC [financiado por la UE, Alemania y Canadá y presente en Ucrania desde 2017] apunta a que el incremento de los combates y los bombardeos sobre áreas pobladas y urbanas muestra un cambio en la estrategia de guerra rusa, “dirigida a causar un alto número de bajas civiles para doblegar a las Fuerzas Armadas ucranianas”. La organización acusa a Moscú de ignorar “las obligaciones a las que obliga la legislación internacional humanitaria”.