Vuelta a la normalidad

La mascarilla deja de ser obligatoria en interiores este lunes en Francia

Deberá seguir utilizándose en los transportes públicos, centros sanitarios o residencias de ancianos

Pasajeros en la estación de tren de la Gare de Lyon en Paris, Francia, este invierno.

Pasajeros en la estación de tren de la Gare de Lyon en Paris, Francia, este invierno. / EFE/EPA/YOAN VALAT

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La mascarilla ha dejado de ser obligatoria en Francia en interiores desde este lunes. No obstante, habrá algunas excepciones y será necesario llevarla en los transportes públicos, los centros sanitarios o las residencias de ancianos.

Después de más de un año y medio, el Gobierno francés ha levantado hoy esta obligación, después de que el pasado 3 de marzo el primer ministro, Jean Castex, anunciara este nuevo paso por el fuerte descenso de la presión epidémica de la variante ómicron. Además, esta medida va acompañada del fin de la exigencia del certificado de vacunación.

Ese certificado, que demuestra haber completado la pauta de vacunación o tener una prueba de haber superado recientemente el covid, era necesario para muchos actos de vida social, como ir a un bar, a un restaurante, a un cine, a una sala de espectáculos, a un estadio, pero también para utilizar transportes públicos de largo recorrido (avión, tren o autocar).

Recomendada para sintomáticos

Aunque la mascarilla ya no es obligatoria en las clases o en el trabajo, por ejemplo, las autoridades sanitarias siguen recomendando que las lleven las personas positivas o sintomáticas, así como el personal sanitario.

En los centros escolares, cuando un alumno de una clase sea positivo, todos sus compañeros pasan a ser casos contacto. Esto implica que los estudiantes de primaria no deben aislarse pero se tienen que hacer un autotest. Por su parte, los alumnos más mayores tampoco deben aislarse si están vacunados. En caso de no estar inmunizados deberán estar siete días en aislamiento y someterse a un test antes de volver al curso presencial.

En Francia, las mascarillas se habían impuesto en los transportes públicos cuando terminó el primer confinamiento en mayo de 2020 y en todos los espacios públicos en julio de ese año.

En cuanto al certificado sanitario -que demuestra haber recibido una pauta completa de vacunación, haber superado la covid o disponer de un test negativo de menos de 24 horas-, sigue siendo necesario en hospitales, clínicas o centros sanitarios (salvo en los servicios de urgencias), así como en las residencias de ancianos o de personas con minusvalías.

Repunte del covid

La utilización muy amplia del certificado sanitario primero desde el verano de 2021, y el de vacunación desde enero de 2022, generó un movimiento de protestas en Francia, que se fue diluyendo con el tiempo.

En Francia, así como en otros países europeos, se ha producido últimamente un repunte de la incidencia del covid, que ha vuelto a pasar por encima de los 600 casos en siete días por cada 100.000 habitantes. Pero en los hospitales, los ingresados van a la baja.

Este domingo había 20.917 enfermos en los hospitales, lejos de los más de 33.000 que hubo en el pico de ómicron a comienzos de febrero. En cuanto a las personas en las ucis, eran ayer 1.855, comparadas con las casi 4.000 a mediados de enero. De acuerdo con los datos de las autoridades sanitarias francesa publicadas este domingo, en Francia han muerto 140.109 personas de covid desde el comienzo de la epidemia.