Cumbre europea

Los líderes de la UE buscan alternativas al gas ruso en la cumbre de Versalles

La invasión rusa, en directo

Reportaje multimedia: Resumen dos semanas de invasión rusa

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. / KENZO TRIBOUILLARD / POOL

Enric Bonet
Silvia Martinez
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El Palacio de Versalles quedará en la historia como un lugar simbólico de los cambios geopolíticos ocurridos durante el mandato de Emmanuel Macron. El presidente francés había acogido allí por todo lo alto en mayo de 2017 al presidente ruso, Vladímir Putin. Cinco años después, Macron encabeza en el mismo majestuoso edificio una cumbre con el resto de líderes continentales para reforzar la respuesta de la Unión Europea contra la belicista Rusia de Putin. 

"Es la cumbre del salto adelante europeo, de la soberanía europea", han prometido desde el Elíseo, sobre este encuentro informal que tiene lugar entre este jueves y el viernes. Convocada inicialmente para debatir sobre el "modelo europeo de inversiones y crecimiento" -se trata de la habitual cumbre que organiza cada presidencia rotatoria de la UE-, ha ganado en relevancia con la invasión rusa de Ucrania. La petición del país invadido de adherirse a la UE, la construcción de una "Europa de la defensa" y la búsqueda de mayor independencia energética del Viejo Continente respecto a Rusia. Son los temas que centran las discusiones de los mandatarios.

"Esta cumbre es muy importante porque llega en un momento crítico", reconoció Macron tras haber recibido en el patio de Versalles a los distintos líderes europeos e insistir en que el objetivo del encuentro era "la unidad de Europa" ante una de las peores guerras en el Viejo Continente desde la Segunda Guerra Mundial. "Existe la posibilidad de que Putin utilice el arma del gas, debemos prepararnos ante todos los escenarios, teniendo en cuenta que Europa depende del gas ruso", añadió el dirigente centrista sobre uno de los aspectos cruciales de la reunión: encontrar alternativas a la energía rusa.

"Suprimir la dependencia del gas ruso"

Según el borrador de la declaración final, que aprobarán este viernes los mandatarios, aparece subrayada la necesidad de "suprimir progresivamente la dependencia del gas, el petróleo y el carbón" de Rusia. Pese al anuncio estadounidense de un embargo sobre las importaciones energéticas rusas, la UE no seguirá el mismo ejemplo. Pero sí que contempla reducir este año en dos tercios sus importaciones de gas de Rusia, según ha propuesto esta semana la Comisión Europea.

Este objetivo se augura arduo para los países de Europa del este y la misma Alemania, donde el gas ruso representa el 65% de las exportaciones de esta energía. Para lograrlo, los líderes europeos pretenden buscar recursos alternativos a través del gas licuado (tracking) -de Estados Unidos, Noruega, Catar, etc-, el gas natural o el hidrógeno, desarrollar las renovables y mejorar las interconexiones energéticas entre países miembros. Entre Versalles y el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo se prevén medidas significativas en este sentido.

"Estamos hablando de un partido a doble vuelta. Hoy vamos a tener el primer debate, pero donde se tienen que sustanciar las decisiones" será a finales de marzo, declaró Pedro Sánchez a su llegada a Versalles, donde reconoció que aquellos asuntos que más preocupan al Gobierno español, como un mecanismo europeo para desvincular el precio del gas de la factura de la luz, no se dirimirán hasta finales de mes.

La adhesión de Ucrania, en entredicho

En cambio, en las conclusiones de Versalles -ciudad conocida, asimismo, por el fatídico Tratado tras la Primera Guerra Mundial- podrían aparecer avances significativos en materia de Defensa y gasto militar europeo. De hecho, Macron ha aprovechado la invasión de Ucrania para reintroducir algunos de sus tótems de la política europea, como la llamada "Europa de la Defensa", la "autonomía estratégica" o la "soberanía energética" del Viejo Continente. Pero la habilidad oratoria del presidente galo debe medirse con la letra pequeña de las resoluciones y las medidas finales.

Ante las nuevas urgencias europeas propiciadas por la guerra, los dirigentes deberán resolver un interrogante complejo: ¿cómo financiarlas? Francia apuesta por un nuevo plan de recuperación europeo, financiado con endeudamiento conjunto, siguiendo el mismo esquema del impulsado con la pandemia. Pero Alemania, Holanda u otros países del norte de Europa se muestran reticentes.

Tampoco hay unanimidad respecto a una rápida adhesión de Ucrania a la UE, que divide a los países del este y el oeste. "Se trata de un largo procedimiento que dura años, tenemos que mirar lo que podemos hacer a corto plazo", declaró el primer ministro holandés, Mark Rutte, contrario a una rápida adhesión con un mecanismo especial como pide Volodímir Zelenski. "Tenemos que ser vigilantes sobre la necesidad de abrir un procedimiento de este tipo en un periodo de guerra", añadió Macron, en la misma línea que su socio de Países Bajos. Una posición compartida por España, según fuentes de la delegación. A la espera de la evaluación de la Comisión, el borrador de conclusiones recoge que los Veintisiete reforzarán sus "vínculos" y profundizarán su "partenariado". "Ucrania pertenece a la familia europea", añade el borrador, que de momento aleja la promesa de una adhesión.

Velocidad nunca vista

Para algunos dirigentes europeos es fundamental que la UE confirme cuanto antes el estatus de país candidato de Ucrania. Es lo que piden los tres países bálticos, Polonia, Bulgaria o Eslovaquia.

Pese a esta división de opiniones -se necesita la unanimidad para confirmar el estatus de candidato-, los 27 se han movido en esta ocasión a una velocidad nunca vista, aceptando la petición de Kiev en menos de una semana y encargando el preceptivo examen a la Comisión Europea. Para hacerse una idea, el Consejo tardó cuatro meses en solicitar la evaluación de Bruselas cuando Montenegro envió su petición, siete meses en el caso de Albania o Bosnia y Herzegovina y diez en el de Serbia

"Seamos justos, Ucrania no está nada cerca, especialmente por lo que el señor Putin ha hecho. Así que dejemos el proceso de ampliación como es", sostiene un alto cargo del norte de Europa, que considera que el hecho de haber pedido el examen a Bruselas es una señal del compromiso europeo y que a corto plazo lo que habría que hacer es reforzar el partenariado, ofreciendo a Kiev la participación en programas europeos y una relación más estrecha. "Hay muchas opciones de mostrarles que son familia y mantenerlos lo más cerca de nuestro corazón", antes de un debate que debe confirmar la perspectiva europea pero sin promesa de adhesión.

Por otro lado, en cuanto al debate económico de este viernes, al que asistirán la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y el del Eurogrupo, Pascal Donohoe, las conclusiones reconocen que las nuevas reglas presupuestarias de la UE deben "tener en cuenta las necesidades de inversión pública" para responder a la situación geopolítica y promover la doble transición ecológica y digital. Aunque sobre la mesa no está la posibilidad de financiar estas inversiones con nuevas emisiones de deuda conjunta como defiende Francia. Países como Alemania y Países Bajos han descartado esta opción con el argumento de que ya hay instrumentos financieros sobre la mesa con los que hacer frente a las necesidades.