Guerra en el este de Europa

Washington busca que Venezuela tome distancia de Rusia

La guerra de Rusia y Ucrania, en directo

Manifestación contra la guerra en Caracas, el pasado 4 de marzo.

Manifestación contra la guerra en Caracas, el pasado 4 de marzo. / LEONARDO FERNANDEZ VILORIA

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nicolás Maduro calificó de "respetuosa" y "cordial" la reunión que mantuvo el pasado fin de semana en Caracas con una delegación de los Estados Unidos que, según The New York Times , ha buscado debilitar las relaciones entre Venezuela y Rusia. La comitiva aterrizó con la oferta de una disposición de Estados Unidos a comprar crudo venezolano si el Palacio de Miraflores toma distancia de Moscú en medio de la crisis abierta con la invasión a Ucrania. Maduro dijo el lunes por la noche que "continuarán las conversaciones, coordinaciones y una agenda positiva entre el Gobierno de EE.UU. y de la República Bolivariana de Venezuela". Se convino "trabajar hacia adelante, me pareció muy importante conversar cara a cara temas de interés de Venezuela y el mundo". Maduro dejó entrever un especial interés en esa continuidad: "estaban las banderas de Estados Unidos y Venezuela, se veían bonitas las banderas unidas". La cuenta de la presidencia de Venezuela en Twitter fue aun más elocuente: "Venezuela reitera su disposición al diálogo".

A su vez, el presidente expresó su voluntad de retomar el diálogo con la oposición interna que se venía realizando en México con el objetivo de resolver la crisis que aqueja al país desde hace casi una década. "Frente al conflicto en Ucrania estamos tomando medidas para controlar la inflación en caso de que se prolongue este conflicto. No somos un pueblo de cobardes, somos guerreros y vamos para adelante".

Antes de que Maduro tomara la palabra, el senador republicano, Marco Rubio, reaccionó negativamente ante la tentativa de la Casa Blanca. "(Joe) Biden está usando la excusa de Rusia para proponer el acuerdo que siempre quiso hacer a Maduro. En lugar de producir más petróleo local, quieren reemplazar el petróleo que compraba a un dictador asesino (Vladímir Putin), comprando a otro dictador y asesino".

La sorpresiva visita tuvo lugar pocos días después de que Maduro reafirmara su voluntad de fortalecer en todos los frentes la "alianza estratégica" con el Kremlin que comenzó con la llegada de Hugo Chávez al poder. La semana pasada, Maduro llamó por teléfono a Putin para trasmitirle "la condena de Venezuela a las acciones desestabilizadoras de la OTAN". Con esa comunicación, pareció reafirmar su condición de principal aliado del Kremlin en América Latina. El pasado 28 de febrero, Venezuela se unió a Rusia, China, Cuba y Eritrea para votar en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU contra de una reunión urgente para discutir las implicaciones de la invasión rusa a Ucrania. En ese contexto, Maduro prometió a su vez "incrementar todos los planes de preparación, entrenamiento, cooperación con una potencia militar del mundo como es Rusia".

Los vínculos entre Caracas y Washington se encuentran interrumpidas desde finales de enero de 2019, cuando Donald Trump reconoció al diputado Juan Guaidó como "presidente encargado" del país sudamericano. Trump redobló entonces la batería de sanciones económicas contra Caracas. De acuerdo con El Nacional, el madurismo "aprovechó las conversaciones" del pasado fin de semana "para exigir el alivio" de esas medidas, entre ellas, el retorno al control estatal de Citgo, la filial de Petróleos de Venezuela en EEUU, confiscada desde hace tres años. "Una concesión de Estados Unidos sería permitir que Venezuela use temporalmente el sistema SWIFT, el cual facilita transacciones financieras entre bancos de todo el mundo", dijo el diario caraqueño.