Pasado del mandatario

Putin visitó Barcelona en 1992 y comió solomillo con alcachofas

Sigue el minuto a minuto de la Guerra en Ucrania

El exalcalde de San Petersburgo recibió unos zapatos nuevos como obsequio porque los suyos estaban gastados

Putin durante su visita a Barcelona en 1992

Putin durante su visita a Barcelona en 1992 / Ayuntamiento de Barcelona

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El presidente ruso Vladímir Putin visitó Barcelona en febrero de 1992 en un viaje institucional de la ciudad de San Petersburgo y se llevó dos recuerdos: el gusto de comer un solomillo y la generosidad de la delegación de Barcelona. Las autoridades locales regalaron unos zapatos nuevos al quién entonces era alcalde de la ciudad rusa, Anatoly Sobchak, porque acudió a la cita con unos que tenían las suelas agujereadas.

En la foto, publicada ayer por 'La Vanguardia', aparece un joven Putin en un almuerzo ofrecido por el exalcalde de Barcelona Pasqual Maragall. Acompañado por Anatoly Sobchak, uno de sus mentores después de dejar el KGB, Putin sale observando un obsequio. Un año antes, Putin se había ganado la confianza de Sobchak y este le había nombrado presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la ciudad de San Petersburgo. De esta manera, el actual mandatario se alojó en el hotel Hilton de la Diagonal, visitó el museo Picasso y Mercabarna, entre otras visitas de una concurrida agenda, como número dos de la comitiva rusa.

El almuerzo se realizó en el Palacete Albéniz de Montjuic con varios representantes políticos de la ciudad. Entre ellos estaba el actual teniente de alcaldía de seguridad, Albert Batlle. Los periódicos de entonces recogen que, junto a ellos, Putin degustó un menú compuesto por un guiso de pescado, un solomillo con alcachofas y, de postre, fresas y un pastel.