Francia abandonará la obligatoriedad de la mascarilla en interiores a mediados de marzo

Dos años después del primer confinamiento, Francia levantará casi todas las restricciones por el covid-19. El uso de la mascarilla dejará de ser obligatorio en interiores a partir del 14 de marzo, con la excepción de los transportes públicos y los centros sanitarios, ha indicado este jueves al mediodía el primer ministro francés, Jean Castex. Ese mismo día, también dejará de exigirse el pasaporte de vacunación —en el caso de Francia se necesitan las tres dosis para disponerlo— para ir a un bar, restaurante o asistir a cualquier actividad cultural o deportiva. 

“Se han reunido las condiciones para una nueva fase de reducción de las medidas”, aseguró Castex en una entrevista en el telenoticias mediodía de TF1 —la cadena con una mayor audiencia en el país vecino—. Con estos anuncios, desaparecerán de la vida cuotidiana de los franceses dos herramientas que marcaron sus vidas en los últimos tiempos: la mascarilla y el pasaporte covid-19, que desde enero solo poseían los vacunados. 

La administración gala ya había levantado a principios de febrero la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores. Desde este lunes, tampoco se exigía en aquellos espacios en que era obligatorio disponer de un pasaporte de vacunación (restaurantes, museos, estadios de fútbol, etc). De aquí a diez días, también dejará de utilizarse en comercios, empresas y administraciones públicas. Solo será necesaria en los transportes públicos y centros sanitarios, cuyo acceso seguirá restringido a las personas vacunadas o con un test negativo reciente. También se mantendrá la vacunación obligatoria para el personal sanitario.

Declive de la ola de ómicron

El final de casi todas las restricciones en Francia tendrá lugar en un momento de claro declive de la ola de ómicron. En el país vecino se registraron el miércoles 57.000 nuevos casos del coronavirus, una cifra elevada, pero muy inferior a los 500.000 diarios detectados en enero. También se producirá un mes antes de las elecciones presidenciales francesas, que se celebrarán entre el 10 (primera vuelta) y el 24 de abril (segunda vuelta). El uso omnipresente del covid-19 provocó el pasado verano una oleada de multitudinarias protestas en el país vecino. Estas perdieron en importancia desde el otoño, con algún ligero repunte. Por ejemplo, en febrero cuando intentaron reproducirse en Francia las “marchas de la libertad”, cuyo impacto resultó mucho menor al de Canadá.