Invasión de Rusia

Ucrania pide lanzagranadas anticarro y España le envía 1.370

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Defensa prepara un primer envío de ayuda militar ofensiva con los lanzacohetes antitanque y 700.000 balas de fusil ametrallador

Militares rusos en Armiansk, Ucrania

Militares rusos en Armiansk, Ucrania / Konstantin Mihalchevskiy / Sputnik / ContactoPhoto

Juan José Fernández

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El Gobierno ucraniano había pedido a España armamento anticarro y misiles de defensa antiaérea como la necesidad más urgente de sus fuerzas armadas ante la invasión rusa. Y el Ministerio de Defensa ha decidido ya un primer envío de 1.370 lanzagranadas antitanque, 700.000 balas de fusil ametrallador y una cantidad no precisada de ametralladoras ligeras. Este primer envío de ayuda militar ofensiva saldrá el próximo viernes de la base aérea madrileña de Torrejón en aviones del Ejército del Aire y llegará a un punto cercano a la frontera de Polonia con Ucrania.

Las embajadas de Ucrania han concretado en sus contactos con los gobiernos europeos y con Estados Unidos qué tipo de ayuda militar precisan de forma más perentoria. En el caso de España, el ejecutivo de Volodimir Zelenski ha formulado la petición sobre un abanico que incluye armas individuales antitanque, cañones y munición antiaérea, sistemas de neutralización de misiles, dotación de misiles aire-aire, misiles tierra-aire con sus sistemas de lanzamiento y cohetes tierra-tierra.

En esta fase de la invasión, y estando ya en el país el 70% del despliegue acorazado que Rusia acumulaba en las fronteras, la principal necesidad operativa de las Zbroini Sily Ukrainy (ZSU, fuerzas armadas de Ucrania) es neutralizar baterías artilleras, lanzacohetes móviles, carros de combate y blindados de transporte de tropas, el grueso de la fuerza rusa de ocupación, indican fuentes militares españolas a este diario.

En una nota emitida el pasado sábado , la legación ucraniana incluyó en su lista de peticiones de ayuda militara España drones, armas individuales, ametralladoras y munición. Todo ello, además de una petición general de combustible para vehículos militares.

Con el giro que ha anunciado este miércoles Pedro Sánchez a la implicación de España en la guerra de Ucrania -estando presente en el Congreso el ministro consejero de la embajada de Ucrania, Dmytro Matiuschenko-, al menos una parte de esta petición de ayuda se va a ver cumplida. Hasta este miércoles, España era el único socio de la OTAN que no había manifestado intención de enviar armas de carácter ofensivo en apoyo de Ucrania.

En Europa, y hasta la sesión de este miércoles, España se había quedado en esa lista con Austria, Eslovenia, Bulgaria, Malta y Chipre. Sánchez había explicado en una entrevista concedida a Televisión Española que la contribución en armamento de España a Ucrania se haría a través del fondo europeo de 500 millones de euros habilitado para armar al país agredido.

Lanzagranadas de Aragón

El resto de siguientes envíos de armas a Ucrania es de momento confidencial. Los lanzagranadas anticarro de patente española C-90 que fabrica la firma zaragozana Instalaza son "candidatos óptimos" -dicen las mismas fuentes- para formar parte del grueso de ese material cedido. Instalaza ya tiene presencia en las cercanías del teatro de operaciones ucraniano: ha cerrado un contrato muy reciente para suministrar 5.900 unidades del antitanque C-90 al ejército de Estonia. La firma estuvo a punto de cerrar en 2009 a causa de la prohibición de la venta de bombas de racimo, en cuya fabricación se había especializado.

El lanzacohetes C-90 es un arma de porte individual, ligera, barata, que puede disparar una sola persona sin preparación militar -en Ucrania han sido alistados cientos de miles de civiles para la defensa territorial, parte de ella en forma de guerrilla- y con una capacidad muy destacada ante los vehículos militares rusos: es susceptible de disparar munición tándem, que, con una primera explosión, destruye las placas de la defensa exterior del carro de combate, y con otra perfora el blindaje.

No obstante, esta arma podría integrar envíos en una segunda fase, pues ha de ser fabricada, y ahora la urgencia de la petición ucraniana requiere que los países que ayuden saquen el material de sus propios arsenales, material ya disponible, almacenado por sus ejércitos y enviable, sin esperar a que se hagan efectivos encargos a la industria de armamento.

Misiles en retirada

En el arsenal de las Fuerzas Armadas españolas están más a mano para futuros envíos los misiles contracarro TOW 2, que tienen un alcance de cinco kilómetros, con cámara térmica y que pueden ser disparados incluso desde una furgoneta civil. España los está retirando de su panoplia defensiva, para sustituirlos por los más modernos Spike, de fabricación israelí. Hasta antes de la pandemia, el Ejército disponía de 2.000 de estos misiles y 200 lanzadores. Las fuentes militares consultadas indican que todavía está operativa la mitad.

Cada uno de los TOW cuesta cerca de 3.000 euros. Uno de estos proyectiles, disparado por Estados Unidos, mató a un hijo de Sadam Husein en la guerra de Irak

En materia de lucha artillera contra blindados, el Ejército de Tierra ha anunciado por canales oficiales que la Dirección de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico finalizó el pasado mes de diciembre la obtención de una nueva munición para los carros Leopard y Leopardo de las Fuerzas Armadas españolas. Se trata del proyectil HE-MP-T M339, una bala artillera de 120 milímetros con alta capacidad explosiva apta para el combate en escenarios urbanos. La patente es de la firma israelí IMI (Israel Military Industries).

La nueva bala rompedora se puede utilizar contra edificios, estructuras, búnkeres blindados y escuadrones de infantería -según publica el último número de la revista oficial Ejército-. pues puede explotar con retardo o en ráfaga desde el aire. Es la última innovación en el arsenal español, pero... inútil para un envío de ayuda militar al este de Europa: son proyectiles de 120 milímetros, y los carros de combate ucranianos llevan cañones de 125. Ucrania tiene centenares de tanques T64 y T72 modificados que salieron de una fábrica local en su día creada para surtir al ejército soviético. Actualmente, en el bando OTAN solo pueden suministrar a Ucrania de forma efectiva munición de carros de combate Eslovaquia, Polonia, Chequia y Bulgaria.

La última arma que exportó España a Ucrania es un mortero pesado transportable, el Alakran, de la firma madrileña NTGS, capaz de relacionarse con otros morteros sobre el terreno y con una muy alta precisión en el disparo.

Difícil envío

La implicación de España en el conflicto avanza un paso decisivo. El pasado sábado partieron de la base aérea madrileña de Torrejón dos aviones A-400 del ala 31 del Ejército del Aire con ayuda militar... solo defensiva: 20.000 kilos de cascos, chalecos antifragmentos y material sanitario de urgencias. El material fue sacado de almacenes del Ejército en Madrid y Valencia.

La evolución de la invasión rusa está haciendo cada vez más complejo el envío de ayuda a Ucrania. Un país emisor no puede entrar con un convoy propio en territorio de Ucrania, si no quiere ser declarado beligerante por Rusia y por lo tanto convertirse en objetivo militar. Las entregas de material de ayuda hasta el momento se realizan en puntos próximos a la frontera. El envío de material defensivo del Ejército del Aire aterrizó el pasado sábado en un aeródromo polaco, a 90 kilómetros de la línea fronteriza con Ucrania. Un convoy ucraniano obtuvo autorización polaca para entrar, recoger y llevárselo.

Ahora la situación en las fronteras es cada vez más compleja y más peligrosa. Rusia se ha adueñado de la mayor parte del espacio aéreo ucraniano, y los convoyes militares de la ZSU corren constante peligro. Las fuerzas rusas tratan de cortar en dos el país separando a Kiev y las ciudades principales de cualquier vía geográfica de contacto con territorios de paises de la OTAN. Por mar, la entrega se hace imposible. Colocar material militar occidental en manos de los defensores de Kiev se ha convertido en una muy difícil misión a estas alturas de la guerra, coinciden en señalar las fuentes militares españolas consultadas.

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