La UE promete ayuda a Ucrania para evitar “apagones” en el país

Los Veintisiete se comprometen a suministrar electricidad, gas y combustible y a asegurar infraestructuras críticas como centrales nucleares

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el debate en la Eurocámara este miércoles.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante el debate en la Eurocámara este miércoles. / JOHANNA GERON / POOL

Silvia Martinez

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Hace una semana que Ucrania se convirtió en una isla energética al dejar de estar conectada a la red eléctrica de Rusia en el marco de unas pruebas previstas de antemano. Las autoridades de Kiev han decidido que no volverán a reconectarse a la red rusa para abastecerse de energía lo que ha aumentado el riesgo de apagones en un momento particularmente difícil. Ante esta situación y la petición de ayuda de emergencia lanzada por Kiev, los ministros de energía de la UE se han comprometido a acelerar los trabajos para sincronizar “lo antes posible” la red eléctrica ucraniana a la europea. Pese a la urgencia, la conexión tardará todavía algunos “días o semanas”.

“Los Estados miembros han dado una señal clara de que tenemos que embarcarnos en esta sincronización. Tenemos que verificar algunos aspectos técnicos y en particular la seguridad de la red, pero estamos ahí para ayudar a nuestros amigos ucranianos”, ha explicado la ministra de energía de Francia, Barbara Pompili, tras la reunión extraordinaria celebrada en Bruselas para evaluar el impacto de la invasión rusa sobre la situación energética del país. 

Durante el encuentro, los Veintisiete también se han comprometido a suministrar gas, a través del flujo inverso de oeste a este, gasóleo, combustible para aviones, generadores y a asegurar una vigilancia estrecha de las plantas de energía nuclear. “Esta guerra tendrá profundas repercusiones en nuestro propio sistema de seguridad nuclear y hemos llevado a cabo un ejercicio de preparación para asegurarnos de que puede soportar el impacto de las posibles interrupciones de suministro”, ha explicado la comisaría de energía, Kadri Simson

El encuentro también ha servido para lanzar una vez más la voz de alerta ante la elevada dependencia energética de la UE sobre Rusia, de donde importa el 40% del gas que consume y casi el 30% del petróleo. Aunque el diagnóstico de la Comisión Europea es que la UE podrá pasar este invierno con seguridad -los tanques de almacenamiento están al 30%- gracias al aumento de los envíos de gas licuado LNG y una previsión metereológica más favorable, no excluye medidas de castigo por parte del Kremlin por las sanciones adoptadas estos últimos días. La Comisión Europea presentará la próxima semana una nueva comunicación con medidas para diversificar proveedores, incentivar el uso de renovables y prepararse para el próximo invierno instaurando la obligatoriedad de establecer reservas de gas nacionales, como ya ocurre con el petróleo, y que algunos países ya han puesto en marcha.

España pide medidas

Al encuentro de ministros de energía ha acudido en representación de España la vicepresidenta tercera del gobierno y ministra de transición ecológica, Teresa Ribera, que ha vuelto a pedir medidas “temporales y extraordinarias” para evitar que la subida del precio del gas repercuta en la factura de la electricidad. A juicio de Ribera, la invasión rusa ha vuelto a poner de manifiesto la "inmensa fragilidad" de Europa en materia de energía, debido a la dependencia de un único proveedor, como es el caso de Rusia, y de una materia prima con precios “extraordinariamente volátiles” desde hace meses como es el gas. 

Un problema que no se resolverá esta primavera, como auguraba en otoño la Comisión Europea, y que seguirá afectando al menos hasta 2023. “El mensaje es que se trataba de situación conyuntural. Es posible que lo sea pero es una coyuntura que dura mucho tiempo y cuyo final no se ve claro”, ha alertado Ribera que achaca ese retraso en la solución a la elevada demanda a nivel mundial y a que “uno de los principales productores a nivel mundial ha entrado en una deriva suicida para sí mismo y los demás” que genera una “incertidumbre importante” con “un horizonte de precios altos durante un buen tiempo todavía”.