Delito federal

Tres neonazis se declaran culpables de atentar contra la red eléctrica de EEUU

Una cinta acordona el perímetro en Washington.

Una cinta acordona el perímetro en Washington. / Reuters

Efe

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Tres supremacistas blancos se declararon culpables de participar en un complot para atacar con rifles la red eléctrica en varios puntos de Estados Unidos y dañar la economía del país, informó este miércoles el Departamento de Justicia.

Christopher Cook, de 20 años, Jonathan Frost, de 24, y Jackson Sawall, de 22, admitieron haber adquirido armas para sabotear instalaciones eléctricas, lo que se considera un delito federal, por el que afrontan penas máximas de prisión de 15 años.

"Estos tres acusados admitieron haber participado en un complot inquietante en apoyo del supremacismo blanco para atacar las instalaciones de energía con el fin de dañar la economía y avivar la división en nuestro país", dijo el encargado de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, Matthew Olsen, según un comunicado.

Frost y Cook se conocieron en 2019 en internet, acordaron atacar la red eléctrica y comenzaron a reclutar a otros jóvenes mediante listas de lecturas de libros que "promovían el supremacismo blanco y el neonazismo". Más tarde Sawall se unió al plan. Cada uno de los tres tenía asignada una estación eléctrica para atacar con rifles con el objetivo de ocasionar un gasto de millones de dólares al Gobierno y causar malestar entre la población.

Guerra racial

"Tuvieron conversaciones sobre la posibilidad de que un apagón eléctrico durante meses desembocara en una guerra, incluso una guerra racial, y provocara una Gran Depresión", afirmó el Departamento de Justicia.

Los tres planeaban llevar durante el atentado collares con píldoras de fentanilo (un opiáceo sintético que es entre 80 y 100 veces más fuerte que la morfina) que ingerirían en caso de ser arrestados por la policía para morir de una sobredosis.

Mantuvieron reuniones tanto en Texas como en Ohio, donde pintaron una esvástica debajo de un puente para reclutar a otros miembros. "Aquellos inspirados para cometer actos terroristas en nombre del odio representan una seria amenaza para nuestra nación", dijo William River, agente del FBI a cargo del caso, en el comunicado.