Vigilancia masiva

El supervisor europeo de protección de datos pide prohibir el programa de espionaje Pegasus

Advierte de que el 'software' israelí conduce a "un nivel de intrusión sin precedentes" y que es incompatible con los valores democráticos

Argumenta que la forma más eficaz de proteger derechos y libertades es prohibir su desarrollo y despliegue en la UE

Oficinas del grupo NSO, la compañía creadora del software de espionaje Pegasus, en el valle de Aravá, en el sur de Israel.

Oficinas del grupo NSO, la compañía creadora del software de espionaje Pegasus, en el valle de Aravá, en el sur de Israel. / MENAHEM KAHANA

Silvia Martinez

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La Unión Europea debería prohibir el programa Pegasus, el software informático utilizado para espiar a políticos, jueces, fiscales, periodistas y activistas de derechos humanos a través de sus teléfonos. Es lo que opina el supervisor europeo de protección de datos en un análisis preliminar sobre el uso de este controvertido sistema desarrollado por la empresa israelí NSO Group. "Dado que las características técnicas específicas de los programas espía como Pegasus dificultan enormemente el control de su uso, tenemos que replantearnos todo el sistema de salvaguardias establecidas para proteger nuestros derechos fundamentales y libertades que están en peligro con estos instrumentos", avisa en el informe.

Según este organismo europeo prohibir el programa sería la "opción más eficaz" para proteger los derechos porque esta tecnología, que funciona con éxito tanto en Android como en iOS, podría conducir a "un nivel de intrusión sin precedentes", que amenaza la esencia del derecho a la privacidad, al permitir un espionaje las 24 horas del día a través de un simple teléfono móvil inteligente, y los derechos democráticos.

"Puede leer los mensajes recibidos y enviados aunque estén encriptados, descargar fotos almacenadas en el aparato y escuchar y grabar llamadas y videollamadas. Tiene pleno acceso a la cámara del teléfono lo que significa que secretamente podría grabarte a ti o a lo que te rodea o activar el micrófono para registrar conversaciones de las personas que están a tu lado. Y tiene pleno acceso a la función de geolocalización del teléfono lo que significa que sabe dónde está el aparato y puede registrar la línea temporal del geolocalizador", denuncia el organismo asesor de la UE.

Difícil de detectar

El informe admite que Pegasus es difícil de detectar y que ni Apple ni Google, pese a sus esfuerzos por reforzar la seguridad de sus respectivos 'software', están en disposición de proteger completamente a los individuos porque la empresa desarrolladora tiene capacidad financiera para contratar ingenieros informáticos expertos con la única tarea de identificar vulnerabilidades y explotarlas. "Son instrumentos de piratería y no simples medios para interceptar legítimamente comunicaciones. Se basan en la violación de los mecanismos de seguridad y la explotación de vulnerabilidades", reprueba el supervisor, que concluye que permitir su utilización, incluso bajo estrictas condiciones, "crearía un riesgo permanente y fuerte de violaciones masivas para todos los usuarios".

Aunque el análisis se hace eco de las reivindicaciones de la empresa de que Pegasus ha ayudado a prevenir ataques terroristas y se utiliza para combatir la pedofilia, el secuestro de niños o el tráfico de drogas, también subraya que esto no puede ser justificación para permitir un uso sistemático porque investigaciones periodísticas han puesto de manifiesto una utilización mucho más oscura: piratear teléfonos móviles y espiar a periodistas, abogados, políticos, incluidos algunos jefes de gobiernos europeos, diplomáticos y activistas de derechos humanos. Algunos gobiernos europeos como Hungría, por ejemplo, han reconocido haber comprado el programa -también se habría utilizado en Polonia- aunque el supervisor no descarta que la lista de Estados miembros en la UE sea mayor.

Cambio de paradigma

"Pegasus representa un cambio de paradigma en cuanto al acceso a las comunicaciones y dispositivos privados que puede afectar a la esencial misma de nuestros derechos fundamentales, particularmente al derecho a la privacidad lo que convierte a su utilización en incompatible con nuestros valores democráticos" y, por tanto, "la prohibición de su desarrollo y despliegue en la UE sería la forma más efectiva de proteger nuestros derechos fundamentales y libertades", concluye.

La publicación del informe ha coincidido con un debate en el pleno del Parlamento Europeo con el comisario de justicia, Didier Reynders, y el ministro de Asuntos Europeos francés, Clément Beaune, que ha respondido que es necesario introducir límites y que el uso de este tipo de instrumentos deben ser la excepción. El Parlamento Europeo de hecho planea lanzar una comisión de investigación sobre el uso de Pegasus en la UE.

"Ya no son solo los programas de vigilancia de masas de China o Estados Unidos sino también el ciberespionaje dirigido que practican cada vez más y más gobiernos, incluida en la Unión Europea", ha denunciado el copresidente de los Verdes, Philippe Lamberts, sobre un escándalo que ilustra que todo el mundo puede ser espiado. "La inacción ya no es posible. Se deben establecer responsabilidades y aplicar las sanciones correspondientes", sostiene.