Biden afirma que la invasión de Ucrania por Rusia sigue siendo “claramente posible”

Igual que la OTAN, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mostrado este martes escepticismo sobre el anuncio de Rusia del inicio de un repliegue de tropas cerca de la frontera con Ucrania y ha asegurado que “una invasión sigue siendo claramente posible”.

En una comparecencia incluida a última hora en su agenda, Biden ha explicado que EEUU “no ha verificado” que las unidades militares rusas hayan vuelto a sus bases, como han asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin, y el ministerio de Defensa del Kremlin. “Eso sería bueno pero de hecho”, ha añadido, “nuestro análisis indica que siguen en una posición amenazante. Y el hecho sigue siendo que Rusia tiene ahora más de 150.000 efectivos militares alrededor de Ucrania y Bielorrusia”, ha dicho, elevando en 20.000 la cifra de soldados rusos que hasta ahora había barajado públicamente su Administración.

Diplomacia y represalias

En sus diez minutos de declaraciones, tras los que no ha aceptado preguntas, Biden ha insistido en hacer una apuesta por la diplomacia para dar salida a la crisis y se ha mostrado también dispuesto a negociar asuntos de “seguridad mutua” con Putin. A la vez, no obstante, ha reiterado el mensaje de estar listo para emprender acciones de represalia decididas si se produce una invasión.

“Debemos dar a la diplomacia todas las opciones de triunfar y creo que hay formas reales de lidiar con nuestras preocupaciones respectivas de seguridad, ideas concretas”, ha dicho, mencionando específicamente “medidas de control de armas, de transparencia y de seguridad estratégica”. Justo a continuación ha subrayado que pese a esa disposición a “dar pasos prácticos orientados a resultados que puedan mejorar nuestra seguridad común”, se mantendrá firme en “no sacrificar principios básicos. Las naciones tienen derecho a a soberanía e integridad territorial”, ha subrayado.

Biden ha reiterado también su mensaje de que cualquier acción de agresión de Rusia tendrá como respuesta duras sanciones y consecuencias, incluyendo la paralización del Nord Stream 2, el proyecto de gasoducto entre Rusia y Alemania.

También ha tenido un mensaje dirigido a su propia nación, alertando de que un conflicto tendrá consecuencias dentro de sus fronteras, especialmente en los precios de la energía. “No voy a pretender que esto no dolerá en EEUU”, ha declarado, anunciando que se están “dando pasos activos para aliviar la presión en nuestros mercados energéticos y compensar los precios al alza”.