Crisis sanitaria

"No nos vamos a mover", declaran desafiantes los antivacunas que ocupan Ottawa

Prometen mantener ocupaciones y bloqueos y diversifican sus acciones en Ottawa y otros puntos del país

Políticos conservadores empiezan a pedirles el fin de las barricadas y la policía de la capital endurece sus medidas

Idoya Noain

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“Estamos instalados y no nos vamos a ir. La gente está hablando. No vamos a tener miedo ni a ser intimidados. Estamos aquí para recuperar nuestras libertades”. Las palabras las pronunciaba el miércoles por la tarde en un hotel de Ottawa Randy Hillier, un diputado independiente de Ontario y controvertido político, que en 2019 fue expulsado del Partido Conservador tras dirigirse insultantemente a padres de niños con autismo. Hablaba en una rueda de prensa en la que participaron también otros como el líder del Partido Popular de Canadá, Maxime Bernier; un camionero llegado desde Alberta; un pastor protestante; un granjero y médicos opuestos a las vacunas. Y esa comparecencia, en el día 13 de las protestas del llamado “Convoy de la libertad”, era una declaración clara de los manifestantes de seguir manteniendo el pulso a las autoridades.

La protesta que nació contra las restricciones de movimientos para camioneros no vacunados sigue evolucionando y extendiéndose. Los bloqueos de puentes de tránsito entre Canadá y Estados Unidos, que desde hace días han afectado o incluso paralizado el tráfico y el comercio entre las provincias de Ontario y Michigan y la de Alberta y Montana, llegaban a un tercer cruce fronterizo, este entre Manitoba y Dakota del Norte. 

Prosigue además la ocupación con camiones y vehículos pesados del ‘downtown' de Ottawa. Este jueves por la mañana entre 60 y 70 manifestantes llevaban sus camionetas hasta las inmediaciones del aeropuerto internacional de la capital, afectando al tráfico de llegada y salida. Y la policía denunciaba en un tuit “un esfuerzo concertado para inundar las líneas telefónicas” tanto de llamadas de emergencia como las no urgentes, algo que las se recordaba que “pone en peligro vidas y es completamente inaceptable” y es constitutivo de delito, por lo que se avisaba de que “será perseguido”.

El tuit de la policía se colgaba unas horas después de que el departamento emitiera el miércoles otro comunicado advirtiendo de que “cualquiera que bloquea las calles o ayuda a otros a hacerlo puede estar cometiendo una ofensa penal” y “puede ser detenido sin orden de arresto” y “enfrentar cargos”. Y también el miércoles la ciudad, que hasta ahora ha realizado 23 arrestos y ha abierto 80 investigaciones penales, recibió autorización judicial para incrementar algunas multas, elevando hasta 1.000 dólares o más penalizaciones por ruido, uso y cuidado de las vías y fuegos al aire libre.

El deterioro de la situación ha llegado este jueves a una sesión en el parlamento provincial, donde Joel Harden, miembro del Nuevo Partido Demócrata, ha urgido al gobierno de Ontario a empezar a debatir “inmediatamente” más medidas de emergencia para lidiar con las protestas, incluyendo revocar licencias comerciales o seguros para los manifestantes o mejorar la seguridad de edificios en el ‘downtown’ y el apoyo financiero a negocios afectados por la parálisis de la actividad comercial en el centro tomado por los camiones. Harden ha denunciado las llamadas a la policía, que están enviando a los agentes a lugares donde no se necesita su presencia, pero también ha asegurado que uno de los organizadores de las protestas está animando a enviar “convoyes” de vehículos para rodear las escuelas públicas de la capital.

Los antivacunas que bloquean Ottawa quieren derribar al Gobierno de Trudeau

También en el gobierno federal la alarma es creciente incluso entre políticos que inicialmente apoyaron las protestas. Este jueves Candice Bergen, del Partido Conservador de Canadá, ha pedido a los manifestantes que “quiten las barricadas y los camiones por el bien de la economía”. La semana pasada, antes de ser elegida líder interina de la formación Bergen, se había reunido con quienes ocupan el centro de Ottawa y les había llamado “apasionados, patriotas y pacíficos”.

En la rueda de prensa del miércoles no se escuchó ningún indicio de que vayan a hacer caso a esas llamadas. Benjamin Dichter, vicepresidente de un grupo bautizado “Convoy de la libertad 2022”, anunció que están en camino desde Alberta entre 1.000 y 1.500 camiones más. Y Hillier anunció que se espera la llegada a Ottawa de otro convoy de trabajadores del sector construcción. “Es un movimiento de base, no puedes frenar una buena idea, una idea de libertad”, dijo en esa comparecencia Bernier, el líder del Partido Popular de Canadá.