Macron con Putin y Zelenski: la diplomacia de las mesas

Los escenarios también hablan. Las mesas en las que se ha sentado el presidente francés, Emmanuel Macron, en sus recientes encuentros con el presidente ruso y el ucraniano, respectivamente, reflejan claramente las distancias políticas que les separan a los distintos actores en la crisis ucraniana.

Vladimir Putin recibió a Macron en Moscú el lunes y se sentaron cada uno al lado de una larga mesa -seis metros de longitud, concretamente- consiguiendo un ambiente para nada cálido ni propicio para el diálogo, en concordancia con la distancia que separa al líder ruso, que amenaza a Occidente con la invasión de Ucrania, y al francés, miembro de peso de la familia europea y de la OTAN.

En contraposición, una pequeña mesa redonda, más propensa a la cercanía y al entendimiento, fue la que acogió el encuentro entre el presidente francés y su homólogo ucraniano, Vladimir Zelenski, 'socios' frente la las intenciones invasivas de Rusia.

En Moscú, no hubo ni saludos efusivos, ni calidez en las formas. Putin recibió a Macron para escuchar de primera mano sus ideas sobre la seguridad en Europa del este. Tras seis horas de conversaciones, en un tono más conciliador que el empleado en los últimos días, el líder del Kremlin admitió, durante un encuentro con la prensa celebrado a altas horas de la noche, que algunas de las propuestas que le había traído desde París su interlocutor galo podían "sentar las bases de avances futuros".