La junta militar de Mali expulsa al embajador de Francia

Las autoridades malienses, dominadas por los militares, decidieron el lunes expulsar al embajador francés, en una nueva y abrupta escalada de la disputa entre Bamako y París. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés se limitó a "tomar nota" de una medida que, sin embargo, plantea aún más la cuestión de la participación militar francesa en Malí.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Malí convocó al jefe de la misión diplomática francesa en Bamako, Joël Meyer, en el cargo desde octubre de 2018, y "le notificó la decisión del Gobierno, que le invita a abandonar el territorio nacional en un plazo de 72 horas", según un comunicado leído por la televisión estatal.

Las autoridades malienses justificaron esta decisión por los recientes comentarios "hostiles" y "escandalosos" de funcionarios franceses contra ellos. "Estas declaraciones tienden a poner en tela de juicio la legalidad y la legitimidad de las autoridades ante las que está acreditado el embajador francés (...) No pueden acreditarse ante autoridades que ustedes mismos no reconocen", declaró por la noche el ministro de Asuntos Exteriores, Abdoulaye Diop, en la televisión estatal.

Deterioro de relaciones

Las relaciones con Francia, antigua potencia colonial que lucha militarmente contra los yihadistas en Malí y el Sahel desde 2013, no han dejado de deteriorarse desde que los coroneles tomaron el país por la fuerza en agosto de 2020. Empeoraron aún más en mayo de 2021, con un nuevo avance de los mismos coroneles para reforzar su control.

Meyer ya había sido convocado en octubre de 2021, cuando el presidente francés Emmanuel Macron reaccionó bruscamente a las declaraciones del jefe del Gobierno maliense sobre la reducción prevista de las tropas francesas y habló de "abandono en el aire". Macron habló a su vez de "vergüenza" por parte de "lo que ni siquiera es un Gobierno".

Las tensiones han aumentado aún más desde que la junta del coronel Assimi Goïta revocó su compromiso inicial de celebrar elecciones el 27 de febrero, y la organización de África Occidental CEDEAO impuso el 9 de enero severas sanciones diplomáticas y económicas a este país pobre y sin litoral. La junta tiene ahora la intención de permanecer en el poder durante varios años.

Mercenarios rusos

Francia y sus aliados europeos también están alarmados por el presunto uso por parte de la junta de mercenarios de la conocida empresa rusa Wagner, un grupo supuestamente cercano al Kremlin, acusado de abusos en la República Centroafricana y comprometido en otros escenarios.

La junta se empeña en negarlo. Se ha resistido a parte de la comunidad internacional invocando la independencia nacional. Acusa a Francia de instrumentalizar las organizaciones subregionales y de mantener sus "reflejos coloniales".